por Michelle del Campo
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Infosel, abril. 9.- Los tomateros mexicanos fueron objeto de un nuevo desaire de parte de las autoridades comerciales de Estados Unidos, que rechazaron una propuesta para restituir el acuerdo comercial que desde hace más de 20 años rige el comercio de sus productos a ese país y que suspende la aplicación de medidas antidumping.
Luego de varios meses de intentos para sentarse en la mesa de negociaciones, los productores mexicanos no lograron convencer al Departamento de Comercio de Estados Unidos, incluso accediendo a subir sus precios en ese país, uno de los principales reclamos de los agricultores estadounidenses.
"El Departamento Comercio de Estados Unidos rechazó el acuerdo de productores de tomate del país por falta de competitividad", dijo en rueda de prensa Mario Robles, director de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES). "Devolvió el acuerdo anterior, sin cambios, por lo que se prevé pago de cuotas compensatorias para productores de México".
La propuesta mexicana consideraba incrementos de precio --entre 6 y 34%-- eliminando las diferencias entre los precios que se dan entre las cosechas de verano e invierno. También establecía un precio más alto para los tomates cultivados orgánicamente, entre otras medidas.
El rechazo mete presión a los productores mexicanos para alcanzar un acuerdo en los próximos días, ya que el tiempo se acaba para que Estados Unidos comience a cobrar el próximo mes una cuota de 17.65% por la entrada de sus productos a ese país que es receptor de 97% de sus exportaciones.
Los productores mexicanos fueron culpados en 1996 de ejercer prácticas de comercio desleal en sus exportaciones hacia Estados Unidos y por consiguiente, se hicieron acreedores de cuotas antidumping.
Para evitar la penalización, los agricultores establecieron un acuerdo con las autoridades estadounidenses, mismo que se renovaba cada cinco años, hasta 2018, cuando luego de varios intentos de sentarse a la mesa, los mexicanos no lograron establecer diálogo con el Departamento de Comercio.
La última renovación, que debió acordarse en 2018, no se concretó, en medio de la renegociación del nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como por el cierre del gobierno estadounidense a finales del año pasado.
Luego de que Estados Unidos reactivó operaciones a inicios del año, una de las primeras medidas del Departamento de Comercio fue anunciar en febrero su salida del acuerdo, en línea con las demandas de productores de estados como Florida y para sorpresa de los tomateros mexicanos que habían buscado el diálogo para establecer los nuevos términos desde finales de 2017.
Actualmente corre un plazo de 90 días, que concluye el 7 mayo, para que el Departamento de Comercio de Estados Unidos acceda a un nuevo acuerdo que beneficie a sus productores locales.
En contraste, los productores mexicanos, si bien han estado acompañados por la Secretaría de Economía, la entidad encargada de la política comercial del país, debido a que la dependencia no es parte del acuerdo, no ha tenido el mismo involucramiento que sus contrapartes estadounidenses.
"Las acciones que ha tomado la Secretaría de Economía tiene que ver justamente, como no podemos estar en la mesa de negociación, con facilitar la interlocución entre las partes", dijo Graciela Márquez, titular de la dependencia, en la rueda de prensa.
La secretaria de estado sí realizará exhortos a sus contrapartes estadounidenses para alcanzar un acuerdo, pero no tiene previsto aplicar medidas de retaliación.
Márquez adelantó incluso que se reunirá con el secretario de comercio Wilbur Ross el próximo viernes en Mérida, la capital del estado de Yucatán, para tratar el asunto.
*Kenia Arteaga contribuyo a esta nota
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