(Añade citas y datos actualizados de escrutinio)
Por Nicolás Misculin
BUENOS AIRES, 10 ago (Reuters) - El oficialista Daniel Scioli se imponía el domingo en las elecciones primarias abiertas de Argentina, según el escrutinio oficial, en unos comicios considerados un termómetro antes de las presidenciales de octubre.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires obtenía el 36,8 por ciento de los votos, escoltado por el alcalde de la capital, el opositor Mauricio Macri, con el 24,71 por ciento y por Sergio Massa, del peronismo disidente, con el 12,30 por ciento, cuando se había computado el 25,22 por ciento de las mesas.
"Con este resultado hay una clara voluntad de seguir avanzando hacia un gran futuro. Un país desendeudado, reindustrializado", dijo Scioli ante sus simpatizantes tras conocerse los primeros datos oficiales.
El que asuma las riendas de Argentina en diciembre deberá reactivar la economía sin poner en riesgo los logros sociales de una controvertida gestión de 12 años de Néstor Kirchner y su viuda y sucesora Cristina Fernández.
Sumando los datos de los rivales internos de sus alianzas, la fuerza encabezada por Macri lograba el 31,23 por ciento de los votos y la de Massa el 21,69 por ciento.
Algunos analistas económicos consideraban que el resultado no tendría repercusiones sobre los mercados ya que, hasta ese momento, el conteo arrojaba datos en línea con los previstos.
El peronista Scioli ha prometido hacer cambios graduales en la economía para poder superar el estancamiento, controlar la elevada inflación y volver a reducir la pobreza. Macri, de centroderecha, planea en cambio hacer rápidos ajustes.
Scioli fue el único precandidato del partido Frente para la Victoria. Macri competía en la interna con dos rivales dentro de la alianza llamada Cambiemos, a los que derrotó holgadamente.
La presidenta Fernández, que aún es muy popular en algunos sectores de la población gracias al fuerte crecimiento económico registrado hasta el 2011 y los cuantiosos planes sociales que ayudaron a muchos argentinos, no puede competir por un tercer mandato consecutivo debido a una prohibición constitucional.
Para muchos críticos, Fernández, que emprendió duras batallas contra Clarín CLA.BA -el principal grupo de medios del país- y el poderoso sector agropecuario, tiene un estilo autoritario y ha ahuyentado a la inversión extranjera con sus regulaciones sobre la economía.
Para las elecciones del 25 de octubre, varios encuestadores creen que difícilmente Scioli obtenga más del 45 por ciento de los votos o el 40 por ciento y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo como para ganar en primera vuelta.
Si sus proyecciones se cumplen, el presidente de Argentina se dirimirá en un balotaje, en noviembre.
"Daniel Scioli busca lograr el 40 por ciento y una diferencia de 10 puntos, contando con la división de la oposición, que hoy parece consolidarse con la 'performance' (desempeño) de Massa", dijo a Reuters Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit.
"Queda en la oposición ver si es capaz de articular ese 55 por ciento que votó hoy más por el cambio que por la continuidad", añadió.
Sea quien sea vencedor, tendrá la tarea de atraer inversiones para impulsar la actividad, balancear el presupuesto público y aliviar las restricciones a la compra de divisas.
Pero más allá de la economía, el próximo presidente tendrá que hacer frente a una extendida inseguridad y la falta de credibilidad de muchos argentinos en las instituciones.
Además deberá negociar un acuerdo con acreedores de deuda impaga para zanjar una disputa judicial en Estados Unidos que limita el acceso de Argentina a los mercados de crédito. (Reporte adicional de Eliana Raszewski, Walter Bianchi y Jorge Otaola, editado por Gabriela Donoso y Pablo Garibian)