NUEVA YORK, 4 jun (Reuters) - Charles Blazer, exintegrante del comité ejecutivo de la FIFA, dijo en noviembre de 2013 a un juez estadounidense que recibió sobornos relacionados con los Mundiales de 1998 y 2010, entre otros grandes eventos.
El estadounidense Blazer, que durante décadas fue uno de los hombres más poderosos en el mundo del fútbol, se declaró culpable en secreto de 10 cargos criminales en Nueva York como parte de un acuerdo con los fiscales, según una transcripción parcial de la vista dada a conocer el miércoles.
De acuerdo a responsables estadounidenses, la cooperación de Blazer fue fundamental para construir el caso de corrupción que resultó en cargos contra altos cargos de la FIFA, un escándalo que sacudió al deporte y llevó a que Joseph Blatter renunciara como presidente de la entidad que rige el fútbol.
Además de ser miembro del comité ejecutivo de FIFA entre 1997 y 2013, Blazer también fue secretario general de la Concacaf entre 1990 y 2011.
De acuerdo a la transcripción, durante un procedimiento a puertas cerradas en una corte federal en Brooklyn el 25 de noviembre de 2013, Blazer dijo: "Entre otras cosas, en o alrededor de 1992 acordé con otras personas aceptar un soborno en relación con la elección del país sede del Mundial de 1998".
El torneo fue organizado por Francia, pero un documento separado contiene una acusación de que Marruecos, que también optaba por la sede, le pagó un soborno a otro ejecutivo de la FIFA y que Blazer actuó como intermediario.
Blazer también dijo que entre 2004 y 2011 "yo y otros miembros del comité ejecutivo de la FIFA acordamos aceptar sobornos en relación con la elección de Sudáfrica como país sede del Mundial 2010".
La transcripción mostró que Blazer también facilitó y aceptó sobornos relativos a cinco ediciones de la Copa de Oro de la Concacaf entre 1996 y 2003.
Muchos de los detalles ya se habían dado a conocer en los documentos de la acusación presentada la semana pasada por autoridades estadounidense contra 14 personas, entre ellos nueve dirigentes de la FIFA.
Blazer, de 70 años, es una de las cuatro personas que se declararon culpable en secreto y acordaron colaborar con los investigadores estadounidenses.