WASHINGTON, Nov 26 (Reuters) - Dos ex presidente de Brasil, el máximo juez y los jefes de ambas cámaras del Congreso del país repudiaron el martes los comentarios del ministro de Economía, que dijo que el gobierno podría tomar medidas draconianas si los opositores de izquierda generan manifestaciones como las que se producen en Chile.
Hablando con periodistas en Washington el lunes sobre la agitación en los países vecinos, el ministro de Economía Paulo Guedes aseguró que no les debería sorprender si alguien pide el AI-5, una medida decretada por la dictadura militar de 1964-1985 para cerrar el Congreso y reprimir a la disidencia.
Sus comentarios se producen semanas después de la liberación del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, lo que establece el escenario para una confrontación política con el mandatario de ultraderecha Jai Bolsonaro. Lula ha prometido unir a la izquierda detras de su Partido de los Trabajadores para ganar las elecciones de 2022.
La sola mención del decreto AI-5 por parte de Guedes provocó una fuerte reacción de los brasileños, que vieron sus comentarios como un ataque sobre el sistema democrático del país.
"Creo que es deplorable que la genta pueda hablar del AI-5 como si fuera algo trivial. No lo fue, fue grave, dañó la democracia. Logramos restaurar la democracia en Brasil y tenemos que luchar por preservarla", dijo el expresidente Fernando Henrique Cardoso al servicio brasileño de la BBC.
El jefe del Supremo Tribunal Federal, José Antonio Dias Toffoli, aseguró que el decreto AI-5 es "incompatible con la democracia" y el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, dijo que Guedes había sembrado dudas sobre las intenciones democráticas de Bolsonaro, un capitán en retiro del Ejército que con frecuencia ha alabado a la dictadura.
"Seamos claros, si hay un partido que defiende la democracia en Brasil es el Partido de los Trabajadores", afirmó Lula. "No fuimos nosotros los que elegimos a un presidente que encuentra repugnante la democracia".
Guedes intentó desmarcarse de sus comentarios, diciendo que fueron "off the record". Más tarde buscó clarificar su posición al afirmar que el decreto no será aplicado nuevamente.
""Es inconcebible. La democracia brasileña nunca lo tendría, incluso si la izquierda toma sus armas e irrumpe por la fuerza en el Palacio Planalto (presidencial)", sostuvo. (Reporte de Andrea Shalal; escrito por Anthony Boadle. Editado en español por Manel Farías)