Al igual que las inversiones en biotecnología, las acciones del sector aeroespacial conllevan riesgos considerables. Aunque la órbita terrestre alberga actualmente unos 7.500 satélites activos, cada lanzamiento de cohete sigue siendo una empresa costosa y no exenta de la posibilidad de fracaso.
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Sin embargo, la rentabilidad de la industria espacial ha experimentado un notable crecimiento en la última década, con el coste de lanzamiento de cargas pesadas reduciéndose de 65.000 dólares a tan solo 1.500 dólares por kilogramo en 2022. Además, los lanzamientos de microsatélites a la órbita terrestre baja (LEO) para la creación de constelaciones comerciales se han vuelto comunes, como lo evidencian el Proyecto Kuiper de Amazon (NASDAQ:AMZN) y Starlink de SpaceX.
Según el Foro Económico Mundial (FEM) en colaboración con McKinsey & Company, existen previsiones de que la economía relacionada con las actividades del espacio crezca de 630.000 millones de dólares en 2023 a 1,8 billones de dólares en 2035, con una tasa compuesta anual de crecimiento (TCAC) del 9%.
Para los inversores minoristas interesados en acceder a este sector emergente, estas acciones aeroespaciales son especialmente destacables.
1. Rocket Lab
Rocket Lab (NASDAQ:RKLB) se especializa en el lanzamiento de pequeños satélites a la órbita terrestre baja (LEO) utilizando sus cohetes Electron, capaces de transportar hasta 300 kg de carga útil. La empresa ha llevado a cabo 51 despliegues, logrando poner en órbita más de 190 satélites, con solo cuatro fracasos en su historial.
El éxito de Rocket Lab radica en su enfoque minimalista y su capacidad para crecer de manera constante, aprovechando la experiencia adquirida. Ahora, la empresa avanza hacia proyectos más ambiciosos con el desarrollo de sus cohetes Neutron, de capacidad media, que podrán transportar hasta 13.000 kg de carga útil. El motor Arquímedes de estos cohetes ya ha superado pruebas clave, con su primer lanzamiento previsto para 2025.
Gracias a la impresión 3D, Rocket Lab ha racionalizado la fabricación de componentes y ofrece un servicio de lanzamiento completo. La compañía busca desafiar el dominio de SpaceX en el mercado, ya que, en palabras de su director ejecutivo, Peter Beck, "es necesario romper el monopolio de los lanzamientos de capacidad media". En el segundo trimestre de 2024, Rocket Lab informó de ingresos récord de 106 millones de dólares, un crecimiento interanual del 71%. De esta cifra, solo 29,4 millones provinieron de los servicios de lanzamiento, mientras que el resto correspondió a la división de Sistemas Espaciales, que abarca el software y hardware necesarios para las misiones.
Parte de su oferta integral incluye la adquisición de SolAero Holdings a principios de 2022, conocida por sus células solares resistentes a la radiación. Aunque la compra tuvo un valor de 80 millones de dólares, Rocket Lab logró reducir el costo en 23,9 millones gracias a la Ley CHIPS.
En lo que va del año, las acciones de RKLB han aumentado un 18%, con un notable impulso del 48% en los últimos tres meses. Actualmente, cotizan a 6,27 dólares por acción, superando su media de 52 semanas de 4,67 dólares. Según las previsiones de Nasdaq, el precio objetivo medio para RKLB es de 7,48 dólares, apenas por encima del máximo de 52 semanas de 7,36 dólares por acción. Aunque esto podría hacer que RKLB sea menos atractiva a corto plazo, la compañía ofrece un sólido potencial para aquellos interesados en una exposición a largo plazo en el sector aeroespacial.
2. Intuitive Machines
A diferencia de Rocket Lab, que abarca un amplio espectro de lanzamientos de satélites, Intuitive Machines (NASDAQ:LUNR) ha enfocado sus esfuerzos exclusivamente en la exploración lunar, sin aventurarse en el lanzamiento de satélites comerciales. En febrero de 2024, la empresa realizó su primera misión lunar, IM-1, como parte del renovado esfuerzo de la NASA por regresar a la Luna después del Programa Apolo.
El programa de Servicios de Entrega de Carga Lunar (LPDS) de Intuitive Machines se alinea con la estrategia de subcontratación de la NASA, lo que proporciona a la empresa una sólida financiación pública, reduciendo así parte del riesgo inherente a la industria aeroespacial. Un ejemplo de esto es la adjudicación de 30 millones de dólares que la NASA otorgó a Intuitive Machines para la primera fase de su programa de Vehículo Terreno Lunar (VTL), valorado en 4.600 millones de dólares.
En asociación con Boeing (NYSE:BA), AVL, Northrop Grumman (NYSE:NOC) y Michelin, Intuitive Machines está desarrollando su rover lunar RACER (Reusable Autonomous Crewed Exploration Rover) con el objetivo de consolidar una presencia duradera en la Luna. En febrero, la compañía logró un hito significativo al aterrizar con éxito su módulo Odysseus, impulsado por energía solar, cerca del polo sur lunar, en una misión destinada a explorar la posibilidad de encontrar agua helada, utilizando el cohete Falcon 9 de SpaceX.
A diferencia de Rocket Lab, que se especializa en el lanzamiento de satélites para aplicaciones inmediatas, Intuitive Machines se dedica exclusivamente a la exploración lunar. Este enfoque especializado podría parecer menos atractivo en comparación. No obstante, la empresa está sólidamente arraigada en el sector aeroespacial, respaldada por una significativa financiación pública.
De cara a 2027, Intuitive Machines tiene previsto instalar seis instrumentos científicos en el Polo Sur lunar, un proyecto financiado con 116,9 millones de dólares por la NASA. Aunque LUNR todavía se considera una acción de bajo precio, actualmente cotiza a 4,97 dólares, por encima de su media de 52 semanas de 4,24 dólares, aunque con una notable volatilidad, habiendo alcanzado un máximo de 13,25 dólares en el mismo periodo.
Las previsiones de Nasdaq proyectan un potencial casi duplicado desde su nivel actual, con un precio objetivo medio de 9,33 dólares por acción, y una estimación mínima de 8 dólares, lo que sigue siendo significativamente superior al precio actual de 4,97 dólares.
3. Virgin Galactic Holdings
La ambición de Richard Branson de transformar el turismo espacial ha atravesado múltiples desafíos a lo largo del tiempo. Aunque Virgin Galactic se estableció en 2004, no fue sino hasta junio de 2023 que la empresa logró llevar a sus primeros clientes de pago al borde del espacio.
La nave espacial VMS Eve de Virgin Galactic (NYSE:SPCE) opera inicialmente como un avión convencional. A cierta altitud, el VMS Unity, acoplado a Eve, se desprende para elevar a los pasajeros hasta 100 km sobre la superficie terrestre, alcanzando lo que se considera el borde del espacio.
A pesar del éxito del vuelo del VSS Unity, este marcó el último de la fase de dos fuselajes. Virgin Galactic ha decidido avanzar hacia la nave Delta, desarrollada en colaboración con Qarbon Aerospace y Bell Flight, una filial de Textron (NYSE:TXT). Este cambio hacia la clase Delta implica un nuevo retraso en el turismo espacial, con los primeros vuelos comerciales previstos para 2026. Sin embargo, la nave Delta, más robusta y con capacidad para realizar hasta 8 vuelos al mes, podría consolidar a Virgin Galactic como líder pionera en el sector.
En cuanto a los resultados financieros del segundo trimestre de 2024, dados a conocer en agosto, Virgin Galactic vio una disminución en su tesorería neta, que descendió de 125 millones de dólares en el mismo trimestre del año anterior a 79 millones de dólares. Una parte importante de la financiación futura provendrá de su estatus de empresa pública, que generó 64 millones de dólares en ingresos brutos mediante la emisión de 3,7 millones de acciones durante el trimestre.
En la actualidad, con un precio de 6,69 dólares por acción, los títulos de SPCE han experimentado una caída del 86% en lo que va del año, acercándose a su mínimo de 52 semanas de 5,26 dólares. En contraste con la media de 52 semanas de 27,58 dólares, el precio objetivo medio de SPCE es de 12,25 dólares, lo que indica un potencial de casi el doble de ganancias desde el nivel actual.
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