El dato de empleo fue decente. El crecimiento de la nómina no agrícola fue relativamente débil, de sólo 103,000 comparado con los 185,000 que esperaba el consenso. Ese dato sabe a poco comparado con los 323,000 empleos que se generaron en marzo (revisado al alza de una lectura preliminar de 313,000). Sin embargo, al mercado pudo sentarle bien: con esa cifra, el promedio de la nómina se aproxima al promedio y aleja los peligros de un sobrecalentamiento de la economía. La tasa de desempleo, asimismo, se mantuvo por sexto mes consecutivo sin cambios en 4.1%, cuando el consenso estimaba que se redujera a 4.0%. Por el lado de los salarios, las remuneraciones por hora se elevaron un 0.3% en marzo, lo que deja la tasa anual en 2.7%. un ligero repunte respecto a la tasa de 2.6% de febrero, pero dentro de un rango tolerable que no sugiere presiones salariales preocupantes que pudieran poner nervioso a la Fed. Por tanto, el reporte pudo sentar bien a los mercados y atenuar el temor de que la Fed sea más agresiva a la hora de subir tasas.. Pero los inversionistas esta mañana, y pese a que se publicaba el sumo dato de empleo, no estaban tan pendientes de las cifras, sino de la “guerra comercial”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con escalar la confrontación comercial con China. Lo que dijo es que estaba considerando ampliar los aranceles sobre 100,000 millones de dólares (mdd) adicionales a importaciones provenientes de China, por lo que estaría triplicando la actual suma de 50,000 mdd. Y esas declaraciones pusieron de nuevo nervioso al mercado, que ayer estaba muy campante pensando que ambos países llegarían a un acuerdo comercial antes de que los aranceles entraran en vigor. Por tanto, mientras que funcionarios de la Casa Blanca y el asesor económico de Trump Larry Kudlow tratan de apaciguar los riesgos de una “guerra comercial”, Donald Trump vuelve a la carga.
Quizás sea la estrategia de Trump de siempre: hacer más violentas las embestidas para forzar un acuerdo cuanto antes que eviten la imposición de los aranceles. Pero la realidad es que es un juego muy peligroso: a nadie le conviene una “guerra comercial”, pero con tantas amenazas uno va siempre caminando sobre el filo del precipicio y un paso en falso puede detonar el conflicto. Al principio de la semana, la administración estadounidense reveló un plan para imponer aranceles sobre productos chinos valorados en 50,000 mdd en represalia por el supuesto robo de propiedad intelectual de China. La respuesta del gobierno de Xi JinPing fue amenazar con poner aranceles sobre importaciones estadounidenses valoradas en 50,000 mdd que incluían autos, aviones y soya.
Quizás todo terminen en amenazas y sean utilizadas como armas para negociar: pero si las pláticas no llegan a buen puerto, será difícil echar marcha atrás. Y eso pone nervioso a los mercados que hoy abrieron a la baja. En el momento de escribir esta nota, el Dow Jones pierde un 0.7%, el Nasdaq un 0.5% y el S&P’s 500 un 0.9%. En Europa también predominan las pérdidas: el Dax de Fráncfort cae un 0.6%, el Cac-40 de París un 0.3% y el Ibex-35 de Madrid un 0.3%.
Entre la debilidad del dato de empleo y los temores con la guerra comercial, los capitales regresan a la renta fija: la tasa de 10 años cae 4 pbs a 2.80%. En consecuencia, el dólar, medido por el índice spot de Bloomberg, cae un 0.3%. Se aprecia la libra esterlina un 0.5%, y el euro un 0.3% en tanto el peso mexicano cotiza sin cambios en 18.231 pesos por dólar. En las materias primas, el barril de WTI cotiza sin cambios en 63.50 dólares. El oro se aprecia un 0.6% a 1,336 dólares la onza y la plata un 0.6% a 16.46 dólares. EL Bitcoin se sigue deprimiendo: hoy cae 2.1% a 6,6074 dólares.