Por Clement Thibault
Snap (NYSE:SNAP), que se autodefine como una empresa de cámaras fotográficas por su aplicación Snapchat, presentará sus resultados del segundo trimestre de 2017 este jueves, 10 de agosto, tras el cierre del mercado. Wall Street espera un beneficio por acción (BPA) de -0,14 dólares, y 187 millones de dólares en ingresos
Después de muchos rumores y rumores en 2016, Snap desembarcó en el parqué el 2 de marzo del presente curso, en una de las salidas a bolsa más importantes y más esperadas de los últimos años.
Antes de su salida, la empresa estaba valorada en 20.000 millones de dólares. Muchos creían que Snapchat se convertiría en un segundo Facebook (NASDAQ:FB): la próxima red social estrella de los milennials.
Otros, entre los que nos encontramos nosotros, siempre hemos sido más escépticos. Desde un principio detectamos algunos problemas con respecto al histórico de usuarios de Snap y el crecimiento de los ingresos y concluimos que no veíamos un crecimiento real de la empresa, ni siquiera después de su salida a bolsa.
La estructura de gobierno corporativo que rodea la oferta también era endeble, con diferentes clases de acciones en el mercado, pero sin derecho a voto vinculado a la oferta pública. Finalmente, ya anticipamos una gran volatilidad durante los primeros meses en el mercado.
Ya han pasado cinco meses y aquí estamos. ¿Estaría bien decir “te lo dije”?
Cinco meses después de la salida a bolsa... ¿Qué acaba de pasar?
Las acciones de Snap fueron salieron a bolsa con un precio inicial de 17 dólares y comenzaron a negociarse en el NYSE a 24 dólares. En dos días, el precio se disparó hasta más de 29 dólares, sólo para descender gradualmente cayendo en el olvido, hasta que ahora mismo se encuentran en menos de 13 dólares y probablemente seguirán bajando.
Desde nuestro punto de vista, ha sido una de las salidas a bolsa más previsibles de los últimos años. ¿Se infló descaradamente el precio de salida a bolsa? Seguro. Como dijimos a The Verge a principios de marzo:
"La valoración de Snap Inc. en 17 dólares por acción o 24.000 millones como empresa, es estirar el chicle cuando menos, y muy probablemente supone una de las salidas a bolsa más sobrevaloradas de estos últimos años".
¿Una burbuja inducida por la euforia durante los primeros días de negociación, sólo para que el mercado finalmente se centrase en los problemas subyacentes que enfrenta la compañía? Absolutamente. Esto fue lo que destacamos en el LA Times:
"Durante una salida a bolsa, hay una sensación de euforia, y a la gente le gusta pensar que forma parte del último grito, de lo mejor, pero el precio actual no refleja los riesgos y desafíos que la empresa tendrá que afrontar después".
Sin sorpresas hasta ahora. ¿Algo más?
Exclusión del S&P 500
En nuestro post pre-salida a bolsa (el enlace arriba), analizábamos los problemas de los derechos a voto de las acciones emitidas por Snap. El problema, básicamente, es que no había tales derechos. Los fundadores de Snap decidieron no mostrar sus cartas de manera que los inversores externos no podían dilucidar en qué dirección iría la empresa.
Al parecer, no fuimos los únicos que encontraron esa decisión preocupante. El martes, el S&P 500 decidió excluir a Snap del popular índice tras revisar su estructura de voto y las prácticas de gobierno corporativo.
Esto es un golpe a varios frentes. Para comenzar, socava la legitimidad del gobierno corporativo de los fundadores de Snap, lo que no inspira confianza. En segundo lugar, muchos fondos cotizados en bolsa (ETF) siguen religiosamente el SPX y están obligados a adquirir acciones de las empresas que cotizan en ese índice. El mayor ETF de esta categoría es el SPDR S&P 500 (NYSE:SPY), con 243.000 millones en activos.
Esto zarandea a la empresa en el frente de la demanda, pero tal vez el gran golpe viene de camino, por el lado de la oferta.
Oferta y la demanda de SNAP
Cuando Snap salió a bolsa a principios de marzo, emitió unos 300 millones de acciones, lo que representa sólo un 25% del total de 1.200 millones de acciones disponibles. Los otros 900 millones de acciones (la mayoría adquiridas por expertos de un tipo u otro incluyendo a los primeros inversores que compraron antes de la salida a bolsa y empleados y directivos de la compañía) se bloquearon hasta una serie de fechas específicas y por lo tanto no se han podido vender previamente.
Para los primeros inversores, lo que incluye a los fundadores, esta fecha era el lunes, 31 de julio. Al desbloquearse las primeras acciones de SNAP, las acciones disponibles se dispararon unos 400 millones. El precio cayó un 4%, pero se recuperó más tarde ese mismo día. Desafortunadamente para los inversores, otra ola de acciones desbloqueadas está a punto de salir al mercado el 14 de agosto, cuando estarán disponibles el resto de las acciones. A finales de agosto, el 97% del total de las acciones cotizables emitidas habrán llegado al mercado.
Si los primeros inversores o empleados de la empresa decidieran vender, podríamos presenciar la clásica situación de exceso de oferta. Con las acciones de Snap ya en una tendencia bajista, ¿a quién no le pondría nervioso comprar acciones en este punto?
Traed los drones
Snap está considerando seriamente que su próxima jugada sea trabajar con drones. Más concretamente, drones fotográficos que permiten a los usuarios hacerse selfies. Aparte de desarrollar sus propios drones y adquirir el fabricante de drones personalizados Ctrl Me Robotics ubicado en Los Ángeles, Snap está a la caza de otro fabricante de drones, esta vez con un sistema de reconocimiento facial incorporado.
Aunque Snap se considera una empresa de cámaras fotográficas, esta aventura con drones se aparta de su esencia en un momento en que su negocio aún no se ha establecido. El crecimiento de Snapchat, principal producto de la compañía, ha sido impresionante hasta el momento. En el primer trimestre de 2017 la empresa ha captado 8 millones de usuarios al día, un 5% más que el trimestre anterior. En general, Snapchat ha ampliado su base de usuarios de 158 a 166 millones.
Hace aproximadamente ocho años, cuando Facebook era todavía una empresa muy joven, tenía en torno al mismo número de usuarios al día; durante el tercer trimestre de 2009, Facebook presumía de un total de 144 millones de usuarios diarios. Tres meses después, sin embargo, Facebook había llegado ya a 185 millones de usuarios, una subida de 41 millones en un trimestre o una expansión del 28%. Si lo comparamos con las cifras trimestrales de Snap, está claro por qué la empresa debería permanecer concentrada en su esencia, en lugar de aventurarse al exterior.
Además, puede que los drones no sean la dirección correcta tampoco. GoPro (NASDAQ:GPRO) la última empresa de cámaras que ha jugado con los drones, presentando su dron Karma en octubre de 2016, finalmente se quemó. Al principio, el entusiasmo en torno al nuevo producto impulsó un aumento del 100% del precio de la GoPro, de 8,6 a 17,6 dólares por acción en sólo cuatro meses, pero la novedad se desvaneció rápidamente y el valor de la empresa se redujo a la mitad otra vez. Hoy en día, sus acciones se cotizan a 8 dólares por título.
Y entonces llegó Alphabet (NASDAQ:GOOGL)
Uno de los problemas actuales de Snapchat como producto es la falta de funciones propias y su incapacidad para proteger legalmente sus elementos principales. Facebook se ha enzarzado en una guerra de redes sociales contra Snapchat vía Instagram, copiando parte de la experiencia de usuario de Snapchat en su propio producto, y desarrollando historias de Instagram. Esta estrategia de copia le ha funcionado bien a Facebook, como se puede ver por la ausencia de un crecimiento significativo de Snapchat.
Ahora le toca a Alphabet (NASDAQ:GOOG) copiar una página del libro de estrategias de Snap. Tras su fracaso a la hora de crear una presencia significativa en el mundo de las redes sociales, se dice que Alphabet ofreció 30.000 millones de dólares para la adquisición de Snapchat a finales de 2016. Ambas empresas niegan esta afirmación pero los rumores persisten.
Alphabet está intentando copiar la función “Discover” de Snapchat, pero no para su red social. Parece que el gigante de la publicidad está a punto de lanzar “Stamp”, una función que permitiría a los canales de noticias compartir presentaciones de diapositivas de fotos, vídeos y texto. La fuerte semejanza con Discover de Snapchat se basa en que Stamp permite a los usuarios controlar su flujo de información, permitiendo a los usuarios saltar los contenidos que no les interesen gratis y rápidamente.
Discover es una gran propuesta de valor para Snap. Permite a los anunciantes ofrecer contenidos a medida dirigidos a un público más joven, así como generar ingresos por medio de la publicidad entre historias. El acuerdo exclusivo de Snap con la cadena NBC para 2018, la retransmisión de los Juegos Olímpicos de Invierno de Corea del Sur, es exactamente el tipo de compra de medios que la iniciativa del Stamp de Google podría hacer fracasar si gana fuelle.
Conclusión
Como hemos dejado claro antes, no somos fans ni de las perspectivas de crecimiento de Snap, ni de su gobierno corporativo, ni de su precio (ni el de la salida a bolsa de 17 dólares, ni el actual de 13 dólares). En vista del escaso crecimiento de usuarios de Snap y sus turbias perspectivas, seguimos creyendo que el futuro de la empresa es incierto.
Esperamos que el informe de resultados del próximo jueves proporcione algún indicio con respecto a si se ha dado algún movimiento alentador en el frente de crecimiento de usuarios. Para ser sinceros, sin embargo, no esperamos nada tipo el crecimiento de Facebook en este momento.
El único factor de Snap que creemos que merece la pena es su baja relación precio-valor contable, que asciende a 4. Esto se debe principalmente a que la empresa tiene aproximadamente 4.000 millones de dólares en activos (la mayoría en efectivo) con algunos pasivos. Pero, por supuesto, no hay ninguna razón para comprar en efectivo en un múltiplo de 4. Esto también hace difícil empezar siquiera a pensar en un posible punto de entrada. Ahora mismo no estamos seguros de si querríamos alguna vez convertirnos en accionistas de Snap.