El bitcoin, sin duda la criptomoneda más popular del mundo, ha sufrido un duro comienzo de 2018. Tras disfrutar un muy buen año 2017, los precios han bajado cerca de un 20% este año.
En torno a los 11.500 USD, el precio de un bitcoin está un 40% por debajo de sus máximos históricos registrados en alrededor de 20.000 USD a mediados de diciembre, habiendo disminuido su capitalización de mercado unos 140.000 millones de dólares.
Además de la reciente corrección de sus precios, el bitcoin ha perdido también su posición dominante en el mercado de criptomonedas y ahora sólo posee, aproximadamente, un 32% de la cuota de mercado, considerablemente por debajo del 85% que alcanzó en su apogeo el año pasado.
Aunque aún es demasiado pronto para decir que se acabó la fiesta del bitcoin, ciertamente parece que las previsiones de cara al futuro para la moneda digital más valiosa del mundo se están tornando de brillantes a oscuras. A continuación se presentan los cinco factores que tienen el potencial para conducir a la desaparición del bitcoin.
1. Reducción de tiempos de transacción
Ahora mismo, se tarda una media de alrededor de 200 minutos en confirmar una transacción simple de bitcoin, según Blockchain.com. El tiempo promedio en el mes de diciembre fue de nada menos que 2.322 minutos o aproximadamente 38 horas, y los expertos del mercado culpan al interés sin precedentes en la moneda digital del atasco en la red del blockchain.
La lenta velocidad de transacción ha conducido a una serie de divisiones del blockchain del bitcoin original. En agosto, el blockchain se vio obligado a dividirse en dos en un evento conocido como "bifurcación". Esto condujo a la creación de un spin-off del bitcoin que se llama bitcoin cash. Otra bifurcación se produjo en octubre, dando lugar a otra rama de bitcoin llamada bitcoin gold, pues la comunidad intentaba tomar medidas para aumentar el tamaño de los bloques de la red.
En comparación, la red del ripple puede gestionar hasta 1.500 transacciones por segundo. Otras monedas digitales también tienen la capacidad de permitir transacciones en cuestión de segundos. Por ejemplo, una operación con ethereum tarda menos de de 20 segundos en confirmarse.
Sin embargo, esas cifras palidecen en comparación con los gigantes de los servicios de pago tradicionales como Visa (NYSE:V), que pueden confirmar hasta 24.000 transacciones por segundo.
2. Las cuotas se disparan
Las elevadísimas tasas de transacción están cambiando fundamentalmente el bitcoin. Originalmente, uno de los mayores atractivos comerciales del bitcoin era que los pagos de las transacciones eran rápidas, cómodos y, lo más importante, baratos.
"El coste de la mediación aumenta los costes de transacción, limitando el volumen mínimo de operaciones prácticas y reduciendo la posibilidad de pequeñas transacciones ocasionales", escribía el fundador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, en la documentación técnica que anunciaba la tecnología. Hasta principios de 2017, las tasas del bitcoin tienden a estar muy por debajo de un dólar, pero en los últimos meses, su creciente popularidad ha sobrepasado la capacidad de la red para hacer frente a la creciente demanda.
Como resultado, la red del bitcoin tal como la conocemos hoy en día es radicalmente diferente de cómo era en su infancia. La gente ahora mismo paga una media de alrededor de 25 USD para hacer transacciones utilizando la moneda digital, muy por encima de lo registrado los primeros días de 2017, según datos de BitInfoCharts.
En cambio, el coste de una cuota de transacción media con ripples es ahora mismo de una fracción de centavo, mientras que el litecoin y el bitcoin cash cuentan ya con una cuota media de transacción de 35 centavos y de 30 centavos respectivamente.
Esta situación ha llevado a que un creciente número de comerciantes y empresas (que intentan llevar a la práctica la visión de Satoshi del bitcoin como plataforma para "pequeñas transacciones ocasionales") hayan comenzado a dar de lado el bitcoin y acercase a redes alternativas y otras criptomonedas.
3. Normas y reglamentos
Después del notable repunte del 1.900% del año pasado, el bitcoin ha abierto 2018 con mal pie. Los continuos rumores acerca de unas reglas y regulaciones más estrictas han zarandeado la confianza de los inversores, especialmente en Asia.
Corea del Sur y, justo este pasado fin de semana, India, han sido los últimos países en arremeter contra el comercio de bitcoin; el ministro de Justicia de Corea del Sur anunció que el Gobierno se está planteando una "prohibición" de las operaciones con criptomonedas. Muchos de los mayores bancos privados de la India han cancelado las cuentas con criptomonedas vinculadas al comercio de bitcoin. Los organismos de represión de Corea del Sur también comenzaron a investigar las principales bolsas del país por evasión de impuestos.
China efectuó una prohibición similar el año pasado y señaló hace poco que aumentarán su ofensiva contra el comercio de criptomonedas, dirigida a las plataformas online y aplicaciones móviles que ofrecen servicios similares.
Contribuyendo a los temores en torno al creciente escrutinio de los reguladores a escala mundial, el director del banco central de Alemania dijo esta semana que cualquier intento de regulación de criptomonedas debería ser a escala global, pues las normativas nacionales o regionales serían difíciles de implementar en una comunidad virtual sin fronteras.
Aunque la criptomoneda ha esquivado obstáculos similares en el pasado, un esfuerzo conjunto de los principales gobiernos y autoridades regulatorias encaminado a abordar el tema podría ser la gota que colmara finalmente el vaso del bitcoin.
4. Problemas de extracción
El Gobierno de China pretende cancelar la actividad minera del bitcoin como parte de su reciente ofensiva contra la criptomoneda. El pasado 10 de enero, el Grupo Líder de Remediación de Riesgos Financieros de Internet solicitó que los gobiernos locales efectuaran una "salida ordenada" de la industria.
La noticia es importante porque China extrae cerca del 60% de los bitcoins del mundo, lo que lo convierte básicamente en país de mayor actividad minera de bitcoin del mundo. El hecho de que la mayoría de la minería de bitcoin tenga lugar en China podría traer el caos a la comunidad del bitcoin.
Otro motivo de preocupación: una sesión de minería de bitcoin al principio creaba 50 bitcoins, luego el número se redujo a 25 y actualmente se encuentra en unos 12,5. Hay pronósticos que apuntan a que en 2020, se llegará a 6,25 bitcoins, lo que hará que la minería no sea rentable.
Si no se extrae el bitcoin, las transacciones no se aprueban y no se producen nuevos bitcoins. Hasta el 13 de enero se han extraído 16.800.000 bitcoins acercándose a los máximos históricos registrados en 21 millones de monedas extraídas. Cuando se hayan extraído todos los bitcoins, el suministro ya no podrá crecer más.
5. Pérdida del anonimato
Desde el principio, uno de los aspectos más atractivos del bitcoin ha sido su anonimato. Esto, sin embargo, parece estar cambiando rápidamente, pues los reguladores y las autoridades fiscales pretenden obligar a los traders a revelar su verdadera identidad.
Corea del Sur acaba de anunciar un cambio importante en el comercio de criptomonedas, indicando que todo el mundo que realice operaciones dentro de la nación tendrá que utilizar su nombre real. De hecho, cualquier régimen que reduzca el anonimato de las transacciones de bitcoin podría eliminar gran parte del atractivo de la criptomoneda.
En noviembre de 2017, la principal bolsa de criptomonedas, Coinbase, sufrió una importante derrota a manos del Servicio de Ingresos Internos de Estados Unidos, cuando un tribunal federal de California ordenó a la bolsa que identificara los registros de todos los usuarios que hubieran comprado, vendido, enviado o recibido más de 20.000 USD en un solo año a través de sus cuentas entre 2013 y 2015.
El FBI también ha dejado muy claro que están vigilando muy de cerca el bitcoin y cada vez son más diestros en la búsqueda de la verdadera identidad de las personas que lo utilizan en actividades ilegales. A la luz de la amenaza que esto plantea a la recaudación de impuestos, además de los crecientes temores de los legisladores acerca de su capacidad de alimentar los mercados ilegales, no sería una sorpresa que las autoridades a escala mundial adoptaran una postura aún más estricta en cuanto al bitcoin.
Dicho todo esto, no parece que las criptomonedas vayan a desaparecer en un futuro próximo. Nosotros creemos que a la larga, la tecnología del blockchain en la que se basa el bitcoin prosperará, pero el precio de la moneda se desplomará, teniendo que ser suplantado por uno de sus primos más pequeños y eficientes. Aunque nadie lo sabe a ciencia cierta, creemos que las monedas digitales que tienen más probabilidades de sustituir al bitcoin y convertirse en el próximo líder del mercado son el ripple, el dash y el NEM.
En los últimos meses, el ripple ha añadido a varias instituciones financieras más a su red del blockchain, ascendiendo su clientela a más de 100, incluyendo entidades financieras de renombre como el Santander (MC:SAN) de España (NYSE:SAN), UniCredit (MI:CRDI) de Italia (OTC:UNCFY), UBS (SIX:UBSG) Group de Suiza (NYSE:UBS) y el Standard Chartered (LON:STAN) del Reino Unido (OTC:SCBFF).
Otras instituciones financieras van a unirse también a la creciente red global del ripple este año, ya que permite a los bancos liquidar los pagos transfronterizos de forma más rápida y barata que actualmente por medio de redes de pago convencionales a escala mundial.
El principal atractivo del ripple es que conecta bancos, proveedores de pago, bolsas de activos digitales y empresas a través de su red de contabilidad distribuida, RippleNet, para proporcionar una experiencia sin fricción para enviar dinero a nivel mundial.
El dash ha acaparado titulares gracias a la aparente creciente disposición por parte de los vendedores online y tiendas físicas a aceptarlo como forma de pago. Hasta ahora, la criptomoneda se puede utilizar en más de 100 sitios web y 300 tiendas físicas para la compra de bienes o servicios.
El dash ofrece las mismas características que el bitcoin pero también cuenta con funciones avanzadas que resuelven muchos de los problemas con los que se encontraba su primo mayor, incluyendo las transacciones instantáneas, lo que lo convierte en una opción más atractiva de pago.
Por último, el software del blockchain NEM se utiliza actualmente en un blockchain comercial llamado Mijin, que está siendo puesto a prueba por las instituciones financieras y empresas privadas de Japón y a nivel internacional. Los desarrolladores afirman que reducirá los costes institucionales bancarias en un 90% además de hacer del sector bancario una industria más segura.