Cuatro de los últimos cinco días han terminado con caídas para el Dow Jones que en la semana se deja -7%, en el mes -4.61% y en el año -7.14%. El S&P500 -6% semanal, -3.33% en el mes y en el año +0.62%. El Nasdaq aguanta su revalorización anual de +26.6%.
Les comento un dato por si no lo conocían: desde 1928, el S&P 500 nunca ha bajado más del -3% en la última semana completa antes de las elecciones presidenciales. De hecho, solo dos veces el S&P 500 cae -3% o más dentro de las 6 sesiones de negociación de las elecciones presidenciales y fue en 1932 y 2008 con el partido en el poder perdiendo ambas ocasiones…
Bajo el mandato de Trump los mercados han subido como no lo ha hecho en otro periodo. Tras su victoria el 8 de noviembre de 2016 y las expectativas que generó su promesa de masivos recortes de impuestos y desregulación financiera, Wall Street comenzó un rally difícil de olvidar, de hecho, subió un +5% en un mes y marcó muchos máximos históricos.
El sector de la tecnología ha aumentado más del 150% desde el 8 de noviembre de 2016, con mucho el mejor desempeño durante ese tiempo, mientras que el sector de la energía ha perdido más de la mitad de su valor.
Guste o no, el desempeño del S&P 500 desde la elección de Trump en 2016 ha sido superior al promedio de los presidentes desde los 80. El mejor rendimiento del mercado de valores desde los años ochenta fue bajo el demócrata Bill Clinton, el más débil fue bajo el republicano George W. Bush.
Se rumorea en Wall Street que con la votación por correo podríamos ver más de 1 millón de votos rechazados, 3 veces el número rechazado hace 4 años. Podría ser el factor decisivo en los estados clave. Pero la realidad es que el riesgo que nos puede deparar el tema de las elecciones sería que fuesen muy disputadas y que se prolongue hasta diciembre y sea finalmente decidida por los tribunales. Mientras tanto, el mercado tendría que hacer frente a una incertidumbre política y económica, y las negociaciones sobre el estímulo fiscal estarían paradas hasta enero.
Les dejo algunos apuntes acerca ganadores y perdedores en función de quién gane las elecciones:
- Las acciones europeas de energía renovable, automoción y construcción se encuentran entre las que probablemente se beneficiarán si el demócrata Biden gana las elecciones, mientras que un segundo mandato de Trump podría beneficiar las acciones de los productores de combustibles fósiles, las compañías farmacéuticas y las empresas de servicios financieros.
- La subida de impuestos de Biden hace que las compañías de bienes del sector del lujo se vean perjudicadas, si gana Trump saldrán reforzadas. Y precisamente por la subida de impuestos y una nueva regulación tanto en el sector bancario como en los mercados de capital implica que los bancos saldrían ganando con Trump y perdiendo con Biden.
- Respecto al sector de infraestructuras, es probable que tanto Biden como Trump inyecten dinero, por lo que el resultado será positivo para las acciones de construcción e infraestructura de cualquier manera.
- Se considera que los fabricantes de automóviles europeos son los mayores beneficiarios de una victoria de Biden gracias al menor riesgo de una guerra comercial entre Estados Unidos y Europa, después de que la amenaza de Trump de imponer aranceles a los automóviles importados de la región haya ejercido presión sobre el sector
En lo referente a la volatilidad, hay que advertir que se espera que se incremente notablemente. Ya estamos teniendo un aperitivo, el Vix cerró por encima de 40 por primera vez en más de 90 días. Esto ha sucedido 10 veces desde 1990, y el S&P 500 ha caído de media un -1.1% dos semanas después, en el caso del Russell 2000 es aún peor con una caída media de -4.7% dos semanas después.
Hay que remontarse a finales de febrero para ver el Vix por debajo de 20 (por encima de esa cota tiende a ser negativo para la renta variable.
Claro, los brokers están preparándose para poder soportar el incremento de volumen y que no se produzcan errores técnicos, algo que se viene observando en los últimos meses (basta recordar que el número de transacciones de acciones en el índice tecnológico Nasdaq en el mes de marzo voló, llegó literalmente a ser más de 2.5 veces su volumen del año pasado, y además el volumen de las opciones financieras llegó a multiplicarse por tres).
En la Bolsa europea la clave ha estado en el Eurostoxx 50 que perdió su soporte de 3,131 y al abrir por debajo del mismo (3109) indicó señal de debilidad bajista que de momento acumula 181 puntos.
En el caso del Dax alemán lo mismo, perdió la zona de soporte de 12,313 puntos, abrió la siguiente sesión por abajo (en 12,206) indicando presión bajista, hecho que de momento se confirma con caídas de 749 puntos.
Pero el tema podría ir a peor. Los casos de contagios de Covid-19 siguen descontrolados y creciendo sin cesar, Francia, Estados Unidos, Rusia, Suecia y Polonia han superado los récords de nuevos contagios. Las respuestas de los diferentes Gobiernos no se han hecho esperar y hay medidas para todos los gustos: toques de queda, cierres perimetrales, cierres totales. Pero estamos todos abocados a medidas más duras, seguramente cierres de países, la cuestión es sencillamente saber cuándo. Llegado ese momento, la nueva paralización de la actividad económica incidirá en más caídas en los mercados.
Es verdad que muchos estaban esperando al Banco Central Europeo como agua de mayo, pero ha emplazado todo a su reunión del mes de diciembre. La razón tiene su lógica: en ese momento ya se conocerá el resultado de las elecciones de Estados Unidos, así como las previsiones macroeconómicas de la eurozona sin olvidar el desenlace del Brexit. Y es que conociendo éstas tres variables se dispondrá de una mejor lectura del escenario y se podrá determinar mejor las medidas a implementar.
Así pues, los mercados se enfrentan a fuertes rebrotes del Covid-19, las medidas de restricción de movilidad están llegando y las próximas semanas serán más duras, con lo que sería normal que los mercados sigan sufriendo.