Esta semana, los resultados de los principales bancos de Wall Street han indicado que las crecientes presiones de los costes probablemente afectarán a sus márgenes en 2022, lo que reduce las esperanzas de otro año sólido para sus acciones.
Los inversores han vendido sus acciones bancarias ante las señales de que las potencias financieras de Wall Street que han impulsado los ingresos a máximos históricos han comenzado a enfriarse. JPMorgan Chase (NYSE:JPM) decía a los inversores la semana pasada que las compensaciones y otros costes se dispararon en el cuarto trimestre.
Los gastos del mayor prestamista de Estados Unidos han aumentado un 11% con respecto al año anterior, y la empresa dice que cree que ascenderán a unos 77.000 millones de dólares este año, un aumento del 8,6%. Los resultados comerciales peores de lo esperado ejercen aún más presión a las acciones de la empresa, que han alrededor de un 6,5% durante las últimas cinco jornadas de negociación de esta semana.
Citando la inflación y la cantidad que JPMorgan planea gastar en inversión, los ejecutivos han dicho a los inversores que al banco "le esperan un par de años de rendimiento por debajo del objetivo".
Goldman Sachs (NYSE:GS) dijo el martes que gastó 4.400 millones de dólares más en compensaciones el año pasado, lo que llevó al banco a su único descenso trimestral de los beneficios anuales. Citigroup (NYSE:C) también gastó más en compensaciones en el último trimestre del año, lo que provocó un descenso del 26% de su beneficio. Los gastos en compensación de todo el año del Morgan Stanley (NYSE:MS) aumentaron un 18%, hasta 24.600 millones de dólares.
Los bancos aumentaron los salarios de los banqueros junior en todo Wall Street en 2021, y las empresas también están pagando para mantener a los altos ejecutivos.
Acciones bancarias bajo presión
Las acciones de las empresas bancarias subieron con fuerza el año pasado y éste ante las señales de que la Reserva Federal podría empezar a subir los tipos de interés antes de lo previsto, medida que impulsará los márgenes de sus productos de préstamo.
A este optimismo sobre el sector se suman las expectativas de que el crecimiento de los préstamos, que prácticamente se había estancado estos dos últimos años, podría por fin remontar.
Pero tras la última temporada de presentación de resultados, parece que los bancos también se enfrentan a presiones de costes al igual que Wall Street, y esa tendencia puede limitar el crecimiento de sus beneficios.
El índice bancario {{986623|KBW Nasdaq Financial Technology}} de grandes prestamistas ha perdido casi la mitad de sus ganancias este año, ya que los inversores han evitado exponerse más a uno de los segmentos más candentes del mercado, en el que las valoraciones se han disparado.
Proyecciones a futuro
A pesar de la reciente venta masiva, no creemos que los bancos sean una mala opción de inversión de cara a 2022. El crecimiento de los préstamos se está acelerando antes y a un ritmo más rápido de lo previsto inicialmente por los analistas.
Los datos de la Reserva Federal recopilados por Bloomberg muestran que los préstamos de los 25 bancos principales a finales de diciembre superaban en un 3,5% a los del año anterior. Esto es una clara mejora con respecto al final del tercer trimestre, cuando la comparación era plana.
La rápida propagación de la variante Ómicron del Covid podría ralentizar esa expansión, pero parece que la economía retomará su impulso tras un breve parón, y las infecciones descenderán con la misma rapidez con la que se dispararon, según los últimos datos de los primeros países en experimentar la última ola.
Los bancos también se encontrarán en un buen momento para ganar dinero fácil cuando los tipos de interés empiecen a subir sin tener que aumentar los gastos. Por ejemplo, Bank of America (NYSE:BAC) esperaría un beneficio de 6.500 millones de dólares de los ingresos netos por intereses durante 12 meses tras un salto de un punto porcentual de los tipos en toda la curva, según un informe del Wall Street Journal.
Conclusión
La última temporada de presentación de resultados de los bancos fue agridulce para los inversores. Mientras que el aumento del gasto afectó a los márgenes de algunos prestamistas, el aumento de los ingresos de la banca de inversión ha favorecido a otros. En general, el entorno sigue siendo favorable para los prestamistas, especialmente en un momento en que la Reserva Federal está a punto de subir los tipos, y hay indicios de que las empresas y los consumidores están dispuestos a pedir préstamos de nuevo.