Esta semana, en esencia, sólo hay un evento: la Fed. La reunión dura dos días: empieza el martes y termina el miércoles. Y el gran anuncio será el miércoles, a las 13:00 hora de México. Media hora después tendremos a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, explicando las razones de la decisión y los motivos que la alentaron. Además, se actualizarán los pronósticos de crecimiento e inflación, así como las expectativas de futuras alzas. Sin duda, ese último tema será el gran tema de la reunión. Dándose por descontado que en la reunión del miércoles habrá un aumento de tasas, ¿cuántas más subidas están previendo los miembros de la Fed para este año? ¿Una o dos más? ¿Y para el 2018? En la última actualización, la Fed estimaba un aumento más durante el 2017, pero el mercado estará atento si esa expectativa ha mudado. También serán importantes las decisiones que tomen el Banco de Inglaterra el jueves, la primera reunión tras los sorpresivos resultados de las elecciones generales británicas, que debilitaron a la primera ministra británica Theresa May; y del banco de Japón el viernes.
Entre tanto, y luego de la debacle del sector tecnológico el viernes, cuando el Nasdaq se hundió un 1.8%, Wall Street abrirá a la baja de nuevo arrastrado por las tecnológicas. Los futuros del Nasdaq 100 pierden 44.5 pts, y ajustados por “fair value” bajan 45.7 pts. Eso significará un retroceso cercano al 0.8% en la apertura. Más moderados serán los retrocesos del S&P’s 500 y el Dow Jones, de en torno al 0.2%. Los futuros del S&P’s 500 ceden 4.6 pts y ajustados por “fair value” descienden 5.3 pts y los del Dow Jones se deprimen 30.0 pts.
Por tanto, a las bolsas parece que le entraron las primeras dudas. Creemos que en buena medida se debe a la incertidumbre económica que empieza a campear en Wall Street ante un presidente cada vez más acorralado. El jueves pasado, el ex-director del FBI, James Comey, puso contra las cuerdas a Donald Trump, a quien acusó a mentir, de inducirlo a detener las investigaciones sobre la trama rusa, y a imputarle que lo despidió porque no le prometió lealtad, sino honestidad. Pero mañana habrá más: comparecerá el fiscal general Jeff Sessions, quien aparentemente ya ha querido dejar el cargo ante sus desencuentros con Trump, en el Senado para testificar sobre el despido de James Comey, aunque no se sabe si será en sesión abierta o cerrada. Para colmo, Trump se enfrenta a una nueva demanda: los fiscales generales de Maryland y Washington denunciarán a Donald Trump este lunes por haber aceptado pagos de gobiernos extranjeros violando la cláusula anticorrupción de la Constitución de los Estados Unidos.
Tampoco en Europa marchan bien las cosas: el Ibex-35 de Madrid se hunde un 1.1%, el Cac-40 de París un 1.0% y el Dax de Fráncfort un 0.9%. El Ftse-100 logra mantenerse más o menos estable, pero gracias a otra jornada fea para la libra esterlina, que pierde un 0.6% en este lunes. El yen japonés, donde se refugian los capitales cuando desconfían, avanza un 0.4%. La tasa de 10 años de Estados Unidos se incrementa 1 pb a 2.21%. Más sorprende que en esta jornada de recelo caigan el oro (-0.3%) y la plata (-1.0%). El Bitcoin caec un 1.9% pero previamente, por la noche, llegó a rozar los 3,000 dólares.
Por tanto, los mercados, que no habían inmutado ante los escándalos de Trump, que han vivido en una euforia desmedida e incomprendida, empiezan a tener dudas, y el sector tecnológico, el que más ha trepado desde que llegó al poder, es el primero en resentirlo. En lo que llevamos de año, el Nasdaq se ha disparado un 14% comparado un 7.6% del Dow Jones y un 8.6% del S&P’s 500. De modo que atentos a estos movimientos por si esta vez sí es algo más profundo que una mera caída de un día y se está empezando a cocinar una corrección.