Segundo día de pérdidas en Wall Street, algo más pronunciadas que las de ayer, luego de los máximos de 2016 alcanzados el viernes. El Dow Jones perdió un 0.75% para terminar en los 17,603.32 pts mientras que el Nasdaq bajaba un 0.98% para concluir en los 4,843.93 pts. El S&P’s 500 descendía un 1.01% y acababa en los 2,045.17 pts. Fue la peor jornada en Wall Street desde febrero. En estos dos días, de hecho, el S&P’s 500 ha retrocedido un 1.3%, lo que significa el mayor retroceso para un período así desde el 9 de febrero, dos días antes de que tocara el mínimo de este año.
En Europa, la jornada fue aún peor. El Dax de Fráncfort se hundió un 2.63%, el Cac-40 de París un 2.18% y el Ibex-35 de Madrid un 2.44%. Fuera de la eurozona, el Ftse-100 perdió un 1.19%. En medio de las ventas en las bolsas mundiales, los capitales regresaron a los activos seguros, a la renta fija. Así, la tasa del bono de 10 años se redujo en 4 pbs a 1.72%, lo que significa el nivel más bajo para la tasa de 10 años en más de un mes. Pero además, la tasa de 10 años del bund alemán se situó por debajo de 0.1%, algo que no sucedía en más de 1 año.
El pésimo comportamiento de los mercados europeos se debió a los malos indicadores en Alemania, luego de que los pedidos de fábrica para el mes de febrero inesperadamente se contrajeran. En Estados Unidos, los indicadores fueron mixtos: el ISM no manufacturero se aceleró de 53.4 en febrero a 54.5 en marzo, por encima de lo esperado. Sin embargo, el déficit comercial se amplió en febrero a 47,100 millones de dólares (mdd) frente a 45,900 mdd en el mes de enero. El indicador sugiere que el sector externo restará más crecimiento al PIB de lo pensado.
El mercado sigue dudando de un rally que ha estado básicamente espoleado por los banqueros centrales, pero que no se está viendo secundado por los indicadores económicos, y a la espera de lo que diga la temporada de reportes corporativos que iniciará la semana que viene. Mañana se publican las minutas de la última reunión de la Fed, y veremos qué tan cohesionado está el Comité. Y el jueves tendremos el diagnóstico del FMI, el cual apunta a que será bastante pesimista, con el organismo remarcando los riesgos a la baja sobre el crecimiento.
En Asia, el cierre también fue feo: el Nikkei de Tokio bajó un 2.42% y el Hang Seng de Hong Kong un 1.57%. Sin embargo, el CSI 300 de China ganó un 1.32%. Allí la noticia estuvo puesta en el comportamiento del yen: su reciente apreciación, pese a la política de expansión monetaria del Banco de Japón, ha llevado a la divisa japonesa a máximos de 2014. Hoy el yen se fortaleció un 0.9% a los 110.36 yenes por dólar, pese a que las autoridades monetarias niponas advirtieran que estaban monitoreando al yen y podrían intervenir en el mercado.
En las materias primas, al contrario de lo que sucedió en los mercados bursátiles, el precio del barril de crudo rebotó: los futuros del WTI se incrementaron en 2.4% para cerrar en 36.56 dólares y los del Brent aumentaron 1.5% a 38.27 dólares. Se especula que los países productores de petróleo podrían llegar a un acuerdo en la reunión de Doha excluyendo a Irán, quien planea seguir incrementando su producción tras años de sanciones económicas.
En los metales, y en esa tendencia a buscar refugio en los activos seguros, el oro se apreció un 1.1% para terminar en los 1,232.90 dólares la onza, en tanto la plata ganó un 1.3% a los 15.14 dólares. El cobre avanzó un 0.1%.
Así que llevamos dos días de pérdidas en Wall Street. Mañana conoceremos las minutas de la Fed, y veremos si son capaces de cambiar el humor del mercado y retomar la senda alcista. El jueves será el turno del FMI.