Amazon (NASDAQ:AMZN) fue una de las sólo dos empresas del grupo FAANG que cerraron 2018 en territorio positivo. La mayor empresa de comercio electrónico del mundo registró unos beneficios anuales del 28,4%, superada sólo por Netfilx.
A pesar del fuerte retroceso del comercio electrónico y las acciones del gigante de la computación en la nube desde principios de octubre, el resultado anual sigue siendo impresionante, teniendo en cuenta que el mercado en general descendió el año pasado. Los índices S&P 500 y NASDAQ cayeron un 4,4% y un 3,9% respectivamente.
Avanzando en el tiempo, teniendo en cuenta lo difícil que fue el último trimestre del año pasado para las acciones de crecimiento en el ámbito de la alta tecnología, ¿tiene sentido que los inversores se pregunten si deberían continuar apostando por la empresa más valiosa del mundo por capitalización de mercado sobre otros gigantes tecnológicos?
El informe de resultados del tercer trimestre de Amazon ha cogido por sorpresa a muchos inversores pues el crecimiento de su negocio principal, la venta de artículos online, ha ido ralentizándose trimestre a trimestre durante cuatro períodos consecutivos. Esa desaceleración ha hecho que muchos se pregunten si la empresa está llegando a un punto de saturación.
Creemos que hay dos factores que van a determinar si el motor de crecimiento de Amazon sigue intacto y si todavía es lo suficientemente fuerte como para prosperar en este mercado adverso para las acciones de crecimiento.
1. Expansión del comercio electrónico en Norteamérica
La empresa no puede permitirse ninguna ralentización de sus ventas online. Amazon es la tienda online más grande de Norteamérica. Esa ventaja competitiva es esencial para que la empresa siga creciendo a un ritmo que satisfaga a los inversores. No vemos ninguna amenaza para esa predominancia en un futuro previsible.
Según los investigadores de eMarketer, es probable que Amazon haya cerrado 2018 con unas ventas minoristas de 258.220 millones de dólares en Estados Unidos. Eso supondría el 49,1% de las ventas online de todo el país.
La empresa, que comenzó siendo una librería online, es ahora líder en todas las áreas de comercio electrónico, impulsada por una fuerte red de mercado de terceros vendedores, una cada vez mayor oferta de productos, desde alimentos a moda, y un programa de fidelización muy popular en su versión Prime.
Esta persistente predominancia también da a Amazon un inmenso poder para irrumpir en muchas industrias ya establecidas, creando nuevas oportunidades. Su adquisición de la cadena de supermercados orgánicos Whole Foods (NASDAQ:WFM) a mediados de 2017 fue un movimiento que sacudió —y sigue sacudiendo— todo el sector minorista de tiendas físicas.
Amazon se ha ampliado sin parar a otras industrias, desde la publicidad hasta los artilugios activados por voz y un servicio de streaming. Estos últimos trimestres, ha empezado a centrarse más en ganar dinero, además de crecer.
Sin embargo, existen riesgos que pueden alterar la progresión ascendente de la empresa. Si la economía estadounidense entra en recesión, o la guerra comercial de Estados Unidos y China obliga a las grandes y pequeñas empresas a recortar sus gastos, Amazon sin duda empezará a notar la presión.
Si la empresa continúa su expansión al resto de industrias, podría atraer también el escrutinio regulatorio. El presidente Donald Trump ha atacado en varias ocasiones a Amazon, especialmente en las redes sociales y en entrevistas, alegando que la posición predominante de la empresa perjudica a los minoristas estadounidenses y al servicio postal.
Sin embargo, a pesar de estos riesgos, Amazon sigue ganando un montón de dinero. En su último trimestre, los ingresos operativos aumentaron hasta 3.700 millones de dólares frente a los 347 millones de dólares del mismo trimestre del año anterior. Y en el período de nueve meses hasta el 30 de septiembre, los ingresos operativos fueron de 8.600 millones de dólares, por encima de los 1.900 millones de dólares del mismo período hace un año. En cuanto al último trimestre de 2018, todo apunta a que Amazon registrará unas ganancias del 20% en ventas respecto al año anterior, según FactSet (NYSE:FDS).
2. Amazon Web Services
El otro principal contribuyente al impulso de las ganancias de Amazon es su negocio de servicios web (AWS). Se trata de uno de sus segmentos de negocio de más rápido crecimiento, con varios grandes actores —incluyendo Microsoft (NASDAQ:MSFT), Google (NASDAQ:GOOGL) e IBM (NYSE:IBM)— compitiendo por la cuota de mercado. Actualmente, Amazon vuelve a ser el actor predominante con más del 30% del mercado.
Aunque la contribución de la división de servicios web de Amazon a las ventas totales de la empresa no parece ser especialmente grande, el negocio de la computación en la nube está ganando importancia poco a poco en el balance total de Amazon. Para el período de nueve meses que concluía el pasado 30 de septiembre, por ejemplo, los ingresos operativos de AWS de 5.100 millones de dólares supusieron el 73% de los ingresos operativos consolidados de Amazon.
Sin embargo, ese segmento de la economía digital es cada vez más competitivo. De hecho, todos los demás actores principales del entorno tecnológico tratan también de incursionar en este negocio.
Microsoft, por ejemplo, lleva un tiempo trabajando para transformarse en un vendedor de servicios en la nube para empresas que quieran almacenar datos y ejecutar aplicaciones desde los propios centros de datos de Microsoft, en lugar de invertir un capital considerable en tecnología propia y mantenimiento.
En el trimestre pasado, las ventas comerciales de la nube de Microsoft aumentaron un 47% hasta 8.500 millones de dólares, mientras que los márgenes de ese negocio se ampliaron en cuatro puntos porcentuales hasta un 62%.
En conclusión
La posición de liderazgo de Amazon en muchas de las áreas en las que opera hace de sus acciones una de las apuestas más seguras en el sector tecnológico. Por supuesto, a 1.659,42 dólares al cierre de ayer, no son baratas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que están todavía a casi un 20% de sus máximos registrados en 2.050,50 dólares a principios de septiembre. Así, los inversores deben ser cuidadosos a la hora de posicionarse en un momento en el que los riesgos para las acciones de crecimiento son muy elevados.
Además, cuando Amazon publique sus resultados del cuarto trimestre de 2018 el jueves, 31 de enero, después del cierre, si hay algún indicio de que su negocio AWS se está viendo presionado por la competencia, o de que su negocio principal de comercio online está cerca de tocar techo, las acciones reaccionarán muy negativamente. Pero si estamos buscando una inversión de compra y retención, Amazon es el tipo de empresa cuyo atractivo se dispara tras perder casi un cuarto de su valor durante un período tan corto de tiempo.