SANTIAGO, 13 mayo (Reuters) - El gobierno chileno convocó el viernes a un grupo de científicos para determinar si miles de toneladas de salmones muertos arrojadas al océano aceleraron un explosivo brote de marea roja en el sur del país, lo que ha paralizado la pesca artesanal y ha provocado una ola de protestas.
Pese a tratarse de un fenómeno cíclico, las especies hidrobiológicas en la primera parte del año han tenido un inusual comportamiento en las costas del océano Pacífico del sur del país, debido al aumento de la temperatura superficial del mar.
El evento ha golpeado especialmente a la sureña región de Los Lagos, incluida la turística Isla de Chiloé, para transformarse en el fenómeno de mayor extensión del que se tenga registro en la zona y que, según pescadores, habría sido agudizado por una crisis del salmón.
"Se ha conformado un equipo de cinco profesionales de excelencia que estará trabajando en la tarea de poder determinar el vínculo del vertimiento de salmones y el fenómeno de marea roja", dijo el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes.
La industria chilena del salmón, la segunda mayor del mundo, fue sacudida este verano austral por un aumento de las temperaturas que provocó el florecimiento masivo de algas dañinas en centros de cultivos en algunas zonas del sur, dejando millonarias pérdidas.
Miles de toneladas de salmones muertos fueron vertidas al mar, lo que pescadores del sur creen que agravó el crecimiento de microalgas (marea roja).
Si bien expertos han asegurado que no existe relación, el municipio de Ancud -en la Isla de Chiloé- presentó una denuncia ante la justicia para esclarecer si las salmoneras fueron responsables de la expansión de la marea roja.
"El protocolo de 1996 señala que el vertimiento al mar (de los salmones muertos) es la última opción a la que puede recurrir la autoridad y si bien es cierto no provoca la marea roja, si creemos que acrecienta este problema", dijo a periodistas Sandra Camargo, abogada del municipio.
Cientos de pescadores mantienen bloqueado desde hace tres semana el paso hacia la isla de Chiloé en demanda de ayuda del Gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet por el daño que ha provocado la marea roja.
En diferentes zonas del centro y sur del país, incluida la capital chilena, se realizan manifestaciones y protestas en apoyo a las demandas de los pescadores afectados.
Las salmoneras con operaciones en las cercanías de la Isla Chiloé también han denunciado millonarias pérdidas por el bloqueo de los pescadores a las vías para acceder a sus cultivos y envíos al exterior. (Reporte de Antonio de la Jara; Editado por Javier López de Lérida)