Después del crash de marzo, la economía parece reverdecer, aún en medio de la complicada situación en la que se encuentran las personas. Mientras muchos apuestan por la idea de que ya la economía ha pasado lo más difícil, algunos avizoran un futuro algo negro y complicado.
Nasdaq, la segunda bolsa de valores más grande de los Estados Unidos, solo ha llegado a los 10.000 puntos una vez en su historia y fue hace tan solo unos días, el 09 de junio. [Business Insider] Esto sucede en un momento en donde la tasa de desempleados en los Estados Unidos está en un 13,3% y la economía de “Main Street” no está en su mejor momento.
Dow Jones, S&P 500 y el resto de las grandes bolsas no están en lugares muy diferentes. Si bien no marcaron números record, están en los verdes números que mostraban antes del crash de marzo, demostrando una vertiginosa y rápida recuperación.
Los planes de desconfinamiento en Europa y en Estados Unidos junto a los abultados paquetes de recuperación económica podrían catalogarse como las principales razones detrás de las crecientes crecidas de las bolsas de valores americanas. Sin embargo, la realidad no es tan positiva como parece.
El jueves 11 de junio, a tan solo unos días del número record de Nasdaq, la “fiesta verde” que estaban llevando las bolsas parecía llegar a su final. Las bolsas del mundo vivieron su peor bajada desde junio. Dow Jones cerró con un -6,9%, S&P 500 con 5,89%, Nasdaq 5,27% y pierde sus 10.000 puntos.
¿La razón de esta caída? Las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la FED de los Estados Unidos. Según las proyecciones que presentó Powell, desde la Reserva Federal estiman que hay muchos riesgos para las empresas a medio plazo y que ven “mucha incertidumbre” para la recuperación de las empresas y de todos los empleos que se han perdido por la pandemia del Coronavirus.
Miedo por un segundo brote del Coronavirus Además de la dificultosa recuperación de la crisis que la pandemia dejó, hay cierto temor de que un segundo brote del virus surja entre la sociedad. Beijing, la capital de China, reportó nuevos brotes del virus. [El Pais] Nueva Zelanda, país que había celebrado hace poco estar totalmente librado del virus, tuvo que dar marcha atrás a las celebraciones por detectar que dos turistas británicas habían ingresado al país con el virus. [El Diario]
India, el segundo país más poblado del mundo, que hasta no hace mucho había pasado desapercibido para el Coronavirus, está marcando ahora números récord de contagios. [Notimerica] Brasil va mostrando un ritmo alarmante de contagiados y fallecidos, posicionándose como el segundo país con más contagios en todo el mundo. [Infobae]
A pesar de que estos números parecen estar lejanos a Occidente o forman parte de países algo diferentes a lo que vemos en nuestro entorno, demuestran que la amenaza del coronavirus sigue siendo real y está todavía recorriendo el mundo (y los mercados, no olvidemos que también afecta a los mercados).
Esta percepción de un segundo rebrote no es nada más una idea psicótica o distorsionada. Organismos como el OCDE ya han hecho proyecciones sobre lo que ocasionaría un segundo rebrote dentro de la economía. Y el impacto podría ser realmente devastador, sobre todo para los países de la Zona Euro.
Consecuencias económicas de las “soluciones” Más allá del Coronavirus, las acciones que han tenido que emprender los gobiernos para poder sobrellevar su economía también tienen sus consecuencias. La emisión de dinero siempre ha tenido consecuencias. Venezuela, Zimbabue, Irán y Argentina pueden dar fe de que pasa cuando el Estado prende la impresora de billetes.
Los 6 billones de dólares que Estados Unidos inyectó en su economía no son de gratis. La deuda pública de la nación americana ya supera los 26 billones de dólares. Cuando Donald Trump llegó al poder estaba en los 19,9 billones de dólares. Los datos demuestran un aumento considerable en la emisión de deuda americana.
A pesar de que las proyecciones económicas dentro de los propios Estados Unidos plantean una deflación en lugar de una inflación, las proyecciones externas para el poder de compra del dólar no son tan positivas. [Bloomberg] Las evaluaciones de distintos analistas concluyen que ante las acciones que han venido emprendiendo desde el gobierno americano el dólar perderá valor frente al resto de las monedas mundiales, incluyendo a Bitcoin. [Bloomberg] El poderío del dólar pudiera tener los días contados.
¿Y qué pasa con Bitcoin? A pesar de que Bitcoin ha sido proclamado por muchos como el “oro digital” de nuestra sociedad y ser el próximo refugio de valor, hasta los momentos se ha comportado como un activo de riesgo con alta correlación el mercado accionario.
Analistas han apuntado que Bitcoin ha venido siguiendo al S&P 500 durante toda la crisis. Vivieron juntos la caída de marzo, la recuperación de mayo e inclusive, la caída que vivieron las bolsas de valores el jueves 11, también la sintió Bitcoin cuando cayó de los 9.900 para quedar en el rango de los 9300-9400 que todavía mantiene hoy en día.
La correlación demostrada hasta el momento por el principal criptoactivo del mercado podría hacer pensar que, en el caso de que las Bolsas de valores vuelvan a caer, Bitcoin caería junto con ellas. Aunque esto solo quedaría en el área de la especulación pura y dura.
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