En la batalla contra la afluencia de fentanilo, un Golden Retriever llamado Goose se erige en defensor único en el paso fronterizo de San Diego, uno de los más transitados del mundo. Goose, un can de seis años, forma parte del equipo de 536 perros adiestrados de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) que olfatean drogas y otros tipos de contrabando en los puntos de entrada a Estados Unidos.
Las unidades caninas de la CBP son un elemento esencial en la detección de fentanilo, un opioide sintético responsable de un número significativo de muertes por sobredosis en Estados Unidos. A pesar de los avances en tecnología de escaneado y análisis de datos, la capacidad olfativa de los perros sigue siendo inigualable para identificar este y otros estupefacientes.
Goose y su adiestrador, el agente de aduanas Joseph Arcia, demostraron recientemente sus habilidades localizando un juguete de adiestramiento entre los peatones, imitando el proceso utilizado para encontrar fentanilo. Desde que la CBP entrenó a los perros para detectar fentanilo en 2017, han incautado más de 63.000 libras de la droga.
El presidente Joe Biden ha instado al Congreso a aumentar la financiación de la seguridad fronteriza para mejorar las medidas contra el fentanilo, lo que podría incluir la ampliación del programa canino. La academia canina del CBP en Front Royal, Virginia, es el lugar donde estos perros son emparejados con los agentes y entrenados durante un periodo de cuatro a seis meses para buscar seis sustancias específicas, entre ellas el fentanilo.
Los perros, que a menudo proceden de Europa y cuestan entre 11.000 y 12.000 dólares cada uno, se seleccionan por su gran instinto y su capacidad para desenvolverse en el difícil entorno fronterizo. Durante el adiestramiento se aplican protocolos de seguridad, y los adiestradores van equipados con naloxona, un antídoto contra la sobredosis de opiáceos que puede utilizarse con los perros en caso necesario.
La eficacia de las unidades caninas se apoya en su potente olfato, muy superior al de los humanos. Sin embargo, tienen limitaciones, como la necesidad de descansos cuando hace más calor y la posibilidad de falsas alarmas.
Aunque la CBP ha aumentado las incautaciones de fentanilo en los últimos años, la agencia reconoce que sólo se intercepta un pequeño porcentaje de la droga que entra en EE.UU.. El precio en la calle del fentanilo ha bajado hasta 1 dólar por pastilla en algunas zonas, lo que indica que existe una oferta importante.
Los funcionarios del CBP destacan la importancia de estas unidades caninas, y el subcomisario en funciones Pete Flores afirma que cada incautación puede salvar vidas al desbaratar las operaciones de las organizaciones delictivas que trafican con fentanilo.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.