Por Ileana García Mora
Investing.com – Los primeros días del 2020 han estado marcados por las tensiones geopolíticas, lo cual ha impulsado los precios del petróleo y ha preocupado a los mercados financieros globales, que hoy han operado en rojo, mientras que los inversionistas persiguen activos refugio que les permitan poner a salvo sus activos.
En línea con lo esperado, las acciones estadounidenses abrieron a la baja en la sesión de este lunes, con el Dow Jones Industrial Average cayendo 0.59% en la apertura; el S&P 500 a la baja en 0.53%; y el Nasdaq Composite a la baja en 0.86%. Las bolsas asiáticas cerraron negativas, destacando principalmente la baja de -1.91% del Nikkei. Comportamientos similares registran las principales bolsas europeas y la mexicana.
Los precios del petróleo registran subidas este lunes: el Brent está cerca de los 70 dólares por barril (su nivel más alto desde septiembre del año pasado, cuando ocurrió el ataque a la petrolera de Arabia Saudita). El WTI de Estados Unidos estaba en $ 63.77 por barril.
En un ataque por supuestos motivos estratégicos, la administración del presidente de Estados Unidos asesinó al líder militar iraní, lo cual intensificó las tensiones entre ambos países.
“El país americano ha realizado diversos anuncios sobre posibles ataques si Irán realiza una represalia, por lo que la información durante la semana estará centrada en dicho contexto”, advierten analistas de Grupo Financiero Monex en su reporte de apertura de hoy.
“La política de Estados Unidos en el Medio Oriente ha cobrado mayor incertidumbre a raíz del ataque mortal del principal general Iraní. Ayer el Parlamento de Irak votó a favor de presionar por la retirada de las tropas estadounidenses del país, a lo que el presidente Trump reaccionó con una amenaza de mayores sanciones. Además, Irán mencionó que ya no cumplirá con los límites de enriquecimiento de Uranio del acuerdo nuclear alcanzado en 2015”, comentan los analistas de CiBanco.
¿El comienzo de una guerra?
A pesar de que las tensiones militares se han elevado en los primeros días del año, es poco probable que Irán decida iniciar una guerra abierta con Estados Unidos debido a su menor capacidad militar, explica Gabriela Siller, Directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base. Sin embargo, considera que existen 2 razones por las cuales Estados Unidos podría realizar nuevos ataques.
La primera es que una guerra abierta podría impulsar el crecimiento económico de Estados Unidos, explica Siller.
“De acuerdo con un reporte del Servicio de Investigación del Congreso en donde se consideran como guerras más recientes la Guerra de Corea (1950-1955), la Guerra de Vietnam (1961-1975) y la Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991), excluyéndose otros conflictos como las operaciones en Afganistán e Iraq (que no son considerados como guerras sino operaciones), se observa que la economía estadounidense creció en promedio 4% anualizado en periodos de guerra (desde 1950), versus 3% en periodos de paz”, comenta.
La segunda es que una guerra puede ser favorable desde el punto de vista electoral para Trump.
“Históricamente ningún presidente ha perdido una reelección en Estados Unidos durante una guerra, algo que es relevante camino a las elecciones presidenciales en noviembre de este año”, explica.