Infosel, abril. 20.- El gobernador de Banco de México, Agustín Carstens, reiteró que el Instituto Central no persigue un objetivo para el nivel en que debe cotizarse la divisa y, por el contrario, las acciones que ha tomado la junta de gobierno fueron diseñadas para evitar un deterioro de las expectativas inflacionarias.
En un mensaje sobre los retos para la implementación de la política monetaria en México, el banquero central reiteró la importancia de continuar con un régimen de libre flotación de la divisa, porque éste permite absorber los choques y evitar contagios hacia los precios.
"En la experiencia de México: la política monetaria ha estado reaccionando en los últimos años a la evolución del tipo de cambio para evitar que puedan desanclarse las expectativas de inflación", dijo Carstens, de acuerdo con mensaje pronunciado en Washington, adonde el banquero viajó como parte de los trabajos de primavera del Fondo Monetario Internacional. "Mi convicción es que esto no nos ha convertido en un banco que persiga un objetivo para la divisa".
Carstens dijo que los bancos centrales no deben no deben sobrerreaccionar a las dinámicas del mercado cambiario o de lo contrario se comprometería la integridad del régimen de flotación de la divisa.
Tras la elección presidencial en Estados Unidos, donde resultó vencedor Donald J. Trump, el peso mexicano mostró una fuerte debilidad que lo llevó a tocar un mínimo en su historia de 21.93 unidades por dólar, ante los temores de que el nuevo inquilino de la Casa Blanca aplicara medidas proteccionistas que afectaran a México.
Trump, de 70 años, ha mostrado un tono para algunos antagónico con respecto al comercio y la migración con México, lo que hizo caer el valor de la divisa y al mismo tiempo tuvo efectos en los precios al consumidor. Este fenómeno de traspaso se conoce como 'pass through', en la jerga financiera.
De ahí que Banco de México ha tenido que subir las tasas en 3.5 puntos porcentuales en los últimos 15 meses, al pasar de 3% en que estaba en diciembre de 2015 a 6.5% en que se encuentra actualmente, con la intención de evitar que se descompongan las expectativas inflacionarias, no para apuntalar el valor de la moneda.
"El régimen de flotación de la divisa es un importante canal de transferencia en la política monetaria", dijo Carstens, de acuerdo con la presentación publicada por Banco de México, en su portal web. "Sin embargo, los bancos centrales de las naciones emergentes no pueden permitirse no estar vigilantes de la evolución del mercado cambiario y deben estar listos para ajustar la política monetaria cuando sea apropiado, especialmente cuando las expectativas inflacionarias se vean afectadas por las dinámicas" del tipo de cambio.
En un mensaje sobre los retos para la implementación de la política monetaria en México, el banquero central reiteró la importancia de continuar con un régimen de libre flotación de la divisa, porque éste permite absorber los choques y evitar contagios hacia los precios.
"En la experiencia de México: la política monetaria ha estado reaccionando en los últimos años a la evolución del tipo de cambio para evitar que puedan desanclarse las expectativas de inflación", dijo Carstens, de acuerdo con mensaje pronunciado en Washington, adonde el banquero viajó como parte de los trabajos de primavera del Fondo Monetario Internacional. "Mi convicción es que esto no nos ha convertido en un banco que persiga un objetivo para la divisa".
Carstens dijo que los bancos centrales no deben no deben sobrerreaccionar a las dinámicas del mercado cambiario o de lo contrario se comprometería la integridad del régimen de flotación de la divisa.
Tras la elección presidencial en Estados Unidos, donde resultó vencedor Donald J. Trump, el peso mexicano mostró una fuerte debilidad que lo llevó a tocar un mínimo en su historia de 21.93 unidades por dólar, ante los temores de que el nuevo inquilino de la Casa Blanca aplicara medidas proteccionistas que afectaran a México.
Trump, de 70 años, ha mostrado un tono para algunos antagónico con respecto al comercio y la migración con México, lo que hizo caer el valor de la divisa y al mismo tiempo tuvo efectos en los precios al consumidor. Este fenómeno de traspaso se conoce como 'pass through', en la jerga financiera.
De ahí que Banco de México ha tenido que subir las tasas en 3.5 puntos porcentuales en los últimos 15 meses, al pasar de 3% en que estaba en diciembre de 2015 a 6.5% en que se encuentra actualmente, con la intención de evitar que se descompongan las expectativas inflacionarias, no para apuntalar el valor de la moneda.
"El régimen de flotación de la divisa es un importante canal de transferencia en la política monetaria", dijo Carstens, de acuerdo con la presentación publicada por Banco de México, en su portal web. "Sin embargo, los bancos centrales de las naciones emergentes no pueden permitirse no estar vigilantes de la evolución del mercado cambiario y deben estar listos para ajustar la política monetaria cuando sea apropiado, especialmente cuando las expectativas inflacionarias se vean afectadas por las dinámicas" del tipo de cambio.