(Agrega cambios en objetivos y recortes de gastos, comentarios de ministro)
Por Alonso Soto
BRASILIA, 22 jul (Reuters) - Brasil redujo drásticamente el miércoles sus metas de ahorro fiscal para 2015 y 2016, debido a un descenso en los ingresos impositivos, y anunció nuevos recortes de gastos para mostrar su compromiso con la austeridad en medio de una fuerte desaceleración económica.
El Gobierno recortó la meta de superávit presupuestario primario de este año a 8.700 millones de dólares, o un 0,15 por ciento del Producto Interno Bruto, desde 66.300 millones de reales o un 1,1 por ciento del PIB, estimado originalmente.
El superávit primario representa el ingreso disponible para cubrir el pago de intereses de deuda. Como tal, es seguido de cerca por inversores y agencias calificadoras de crédito en Wall Street.
Las agencias han advertido que podrían recortar aún más la nota crediticia del país, una decisión que minaría la confianza de los inversores y aumentaría los costos del endeudamiento.
La reducción más profunda que la esperada en las metas de superávit primario podría complicar los esfuerzos de la presidenta Dilma Rousseff para volver a ganar la confianza de los inversores a medida que la mayor economía de América Latina se dirige a su peor recesión en 25 años.
"La revisión de la meta no debería ser vista como una señal de que estamos abandonando el ajuste fiscal", dijo el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, en una presentación ante periodistas. "Estamos comprometidos con la disciplina fiscal".
El Gobierno redujo su objetivo de superávit primario del 2016 a un 0,7 por ciento del PIB, desde el 2 por ciento, y al 1,3 por ciento para el 2017.
Hasta hace algunos años, Brasil registró superávit primarios por encima del 3 por ciento del PIB a medida que controles de gasto más estrictos y un auge de las materias primas llenaron las arcas públicas.
Eso cambió cuando Rousseff asumió la presidencia en el 2011 y otorgó miles de millones de dólares en exenciones fiscales a las empresas, en un fallido intento por reactivar a la paralizada economía.
Levy dijo que recortes de presupuesto adicional de cerca de 9.000 millones de reales este año eran una prueba de que el ajuste de cinturón estaba aquí para quedarse, pese a la presión política de aliviar dicho endurecimiento.
Rousseff se enfrenta con mínimos niveles de popularidad ante la mala marcha económica y debido a un amplio escándalo de corrupción en la gigante estatal Petrobras (NYSE:PBR) que se acerca a su más estrecho círculo de asesores. También enfrenta a una alianza rebelde en el Congreso que ha diluido muchas de sus medidas de recortar costos.
El Gobierno reconoció que estaba preparado para reducir aún más las metas si los ingresos seguían decepcionando.
Con las revisiones de las metas, el Gobierno ahora estima que la proporción deuda al PIB del país sólo comenzará a bajar para el 2018 dado los débiles resultados fiscales.
Levy, se mostró inicialmente reacio a la reducción de la meta del 2015 porque temía que podría enviar los mercados una señal equivocada sobre el compromiso del Gobierno para el ajuste fiscal.
En mayo, el Gobierno se comprometió a recortar 70.000 millones de reales en gastos para restaurar su credibilidad con los inversores.
(1 dólar = 3,1741 reales) (Reporte adicional de Silvio Cascione, editado en Español por María Cecilia Mora/Manuel Farías)