• El principal catalizador de la sesión fue la decepcionante lectura de crecimiento en Estados Unidos. El PIB de 1T24 incrementó 1.6% t/t anualizado, muy por debajo de lo que esperaba el consenso (2.5%) y el dato previo (3.4%), a pesar de que se mantuvo la solidez en el consumo y la inversión. La desaceleración económica combinada con la alta inflación resultó en renovados temores de una estanflación. En consecuencia, el mercado recalibró significativamente sus expectativas al considerar que existe cada vez menos espacio para que el Fed recorte las tasas de interés este año, con un acumulado de -35pb. Incluso, retrasó aún más el primer recorte de 25pb y evalúa si sucederá en noviembre o diciembre. Cabe recordar que al inicio de 2024 se anticipaba en marzo y a mediados de este mes se esperaba en septiembre. Bajo esta óptica, la publicación del deflactor PCE (mañana) será muy relevante al ser la métrica de inflación favorita del Fed.
• En este contexto, las tasas norteamericanas alcanzaron nuevos máximos de seis meses, con la de 2 años cotizando en 5.00% (+7pb) y la referencia de 10 años buscando perforar el soporte de 4.70% (+6pb). Adicionalmente, la subasta del Treasury de 7 años registró una demanda baja, colocándose en 4.716% (previa: 4.185%). A nivel local, los swaps de TIIE-28 perdieron 10pb, mientras que los Bonos M registraron ajustes más acotados de +4pb, en promedio.
• USD ligeramente débil, mientras GBP perfila su mejor semana desde principios de marzo ante una mejor perspectiva de crecimiento económico en Reino Unido. En EM, MXN cerró en 17.19 por dólar (-0.7%), posicionándose como la más débil ante su alto apalancamiento a la economía de Estados Unidos.
• Pérdidas generalizadas en bolsas de Europa y América, pero Asia mixta. El Dow, S&P 500 y Nasdaq bajaron 1.0%, 0.5% y 0.6%, en el mismo orden, arrastradas por la caída en la acción de Meta (-10.6%). A nivel local, el IPC se separó de sus pares, ganando 1.1% a 57,072 unidades al ser impulsado por los sectores de salud y consumo.