Si ayer Wall Street logró aguantar una jornada complicada, en la que el precio del petróleo se derrumbó y entró en territorio bajista o “bear” (una caída de más del 20% respecto a su reciente máximo), los datos económicos fueron débiles y la banca europea se hizo trizas, hoy lo tendrá más difícil, aunque su capacidad de resistencia es envidiable.
Sobre todo porque Europa se sigue haciendo pedazos ante la preocupación que destila su sector bancario. El Ibex-35 de Madrid se despeña un 2.3%, la bolsa de Milán un 1.9%, el Cac-40 de París un 1.3% y el Dax de Fráncfort un 1.2%. En España, de sus 34 miembros, 33 cotizan a la baja, y la banca es la que peor sale librada. Banco Popular (MC:POP) se hunde un 5.9%, Santander (MC:SAN) un 5.4%, Caixabank (MC:CABK) un 5.1%, BBVA (MC:BBVA) un 4.8%. Sabadell (MC:SABE) un 4.4% y Bankia (MC:BKIA) un 4.4%.
Gran culpa la tiene el banco alemán Commerzbank (DE:CBKG). La acción se desploma a nuevos mínimos históricos al hundirse hasta un 8% luego de recortar sus pronósticos para este año. Las tasas de interés negativas están afectando a los ingresos de los bancos, lo que afectará a sus objetivos de rentabilidad, por lo que Commerzbank advierte que para compensar el impacto de las tasas negativas tendrá que elevar las comisiones a los clientes. Commerzbank fue uno de los bancos alemanes que recibió ayuda pública, y donde el gobierno germano posee una participación del 17%.
El caso que la masacre europea se siente en Wall Street, aunque no tiene nada que ver con lo que se ve en Europa. Pareciera que mientras todo se hunde, el mercado bursátil estadounidense se ha convertido en un refugio seguro que ofrece los mejores rendimientos. Así, aunque los futuros ceden algo de terreno, las caídas son marginales.
En el momento de escribir esta nota, los futuros del S&P’s 500 ceden 4.3 pts y ajustados por “fair value” bajan 4.8 pts mientras que los del Nasdaq 100 pierden 6.8 pts y ajustados por “fair value” retroceden 11.7 pts. Los futuros del Dow Jones descienden 22 pts.
Así que nada que temer. Allí, los bancos, que ya han reportado sus números para el segundo trimestre, arrojaron cifras mejores a lo previsto. Por otro lado, las utilidades del S&P’s 500 están sorprendiendo con mejores cifras de lo esperado, en términos generales. Así sucedió hoy mismo con las dos compañías del Dow Jones que reportaron hoy: Procter & Gamble (NYSE:PG) y Pfizer (NYSE:PFE). Ambas reportaron mejores resultados, si bien si Procter & Gamble sube un 0.7% en el pre-mercado, Pfizer cede un 1.8%.
Además, más allá de la banca europea, hoy el petróleo rebota y los datos económicos son más convincentes. El barril de WTI, que ayer se fue por debajo de los 40 dólares, rebota hoy un 0.9% y cotiza en los 40.40 dólares, en tanto el del Brent gana un 1.2% a los 42.63 dólares. Eso ayuda hoy a las petroleras: Chesapeake Energy (NYSE:CHK) trepa en el pre-mercado casi un 2.0%. Exxon Mobil (NYSE:XOM), a su vez, se eleva un 0.5% y Chevron (NYSE:CVX) otro 0.4%.
En los datos económicos, el gasto de consumo personal se incrementó un 0.4% en junio, por encima de lo previsto por los analistas (0.3%), lo que indica la fortaleza con la que terminó el consumo privado el final del segundo trimestre y el impulso que trae para el tercer trimestre. El ingreso personal avanzó un 0.2%, una décima por debajo de lo esperado. En ambos casos se repitió la tasa observada en mayo.
Pero no sólo el consumo marcha bien, sino que el comportamiento de los precios no es preocupante. El deflactor subyacente del gasto de consumo avanzó un 0.1%, por debajo de lo esperado. Éste es el indicador favorito de la Fed en lo que se refiere a la inflación. En términos anuales, la tasa se mantuvo en 1.6%, la misma tasa observada desde marzo. El dato clave de la semana, sin embargo, será el del empleo que se publica el viernes.
Por tanto, la banca europea, al igual que ayer, se hace pedazos. Pero el petróleo rebota y los indicadores económicos estadounidenses salieron bastante robustos y benignos para la Fed. Si ayer, que el panorama pintaba peor, Wall Street aguantó. Hoy, que se ve un poco mejor, Nueva York volverá a resistir, aunque la apertura será con modestos retrocesos.