por Eduardo García
Infosel, abril. 22.- El gobierno de México podría recabar cinco mil millones de dólares con su plan de colocar tres bonos --a cinco, 12 y 31 años-- en marcados internacionales, un evento que podría confirmar el interés de los inversionistas internacionales en la deuda gubernamental mexicana aun cuando el país atraviesa por una difícil situación por la parálisis económica que han decretado las autoridades de salud a fin de contener la propagación del nuevo coronavirus covid-19.
En gobierno podría así recibir mil millones de dólares con el bono a cinco años, dos mil 500 millones con el de 12 años y también dos mil 500 con el de 31 años, dijeron fuentes cercanas a la transacción que planea cerrar hoy el gobierno de México.
La tasa que pagará el nuevo bono a cinco años sería de 4.125%, la de 12 años sería 5% y la de 31 años 5.5%, agregaron las fuentes, que pidieron no revelas sus nombres.
De concretarse la venta, México confirmaría, como ya han hecho otras economías emergentes, entre ellas Perú y Arabia Saudita, que a pesar de la turbulencia reciente que ha caracterizado a los mercados financieros internacionales por la creciente aversión al riesgo que ha generado la pandemia, hay inversionistas interesados en arriesgar parte de sus portafolios en activos que son menos seguros, pero que ofrecen un mayor rendimiento, como podrían considerarse los bonos globales del gobierno mexicano.
Incluso, la colocación de los bonos del gobierno mexicano podría indicar que el interés por esa deuda perdura aun cuando la calificación crediticia del país ha sufrido una degradada en semanas recientemente por parte de las tres principales agencias calificadoras.
Claro que, a pesar de esos recortes a la calificación soberana del país, México se mantiene en la categoría de grado de inversión.
La venta de los bonos globales también serviría como recordatorio para el presidente Andrés Manuel López Obrador de que el país tiene aún capacidad de atraer recursos internacionales, una condición que él podría utilizar para aliviar la compleja situación por la que atraviesan cientos de miles de empresas en el país ante la suspensión de sus actividades por la pandemia del covid-16.
La suspensión de actividades no esenciales en México está, de hecho, entrando ya a su quinta semana y se mantendrá al menos así por casi seis semanas más, una situación que está forzando a muchas empresas a despedir trabajadores e incluso, en algunos casos extremos, a cerrar sus puertas.
En las últimas dos semanas de marzo y en la primera de abril, el país perdió 350 mil puestos de trabajo de compañías que optaron por reducir o desaparecer su plantilla laboral, ante el cierre de operaciones, o cerca de 1.8% del total de los empleos formales en el país.
Así, diversas organizaciones empresariales han solicitado ayuda del gobierno a través de la postergación del pago de impuestos, de obligaciones patronales y de la transferencia directa de recursos por parte del gobierno a sus trabajadores a fin de preservar los negocios y las fuentes de trabajo.
Sin embargo, hasta ahora, López Obrador se ha rehusado a aceptar las propuestas por temor a quedarse sin recursos para financiar sus programas sociales.
Es aquí donde la colocación de bonos que planea realizar hoy el gobierno podría jugar un papel crucial, ya que demuestra que el país puede endeudarse para brindar esos alivios y seguir financiando sus programas sociales.
Claro que no hay señales de que el mandatario vaya a ceder a las presiones de grupos empresariales, partidos políticos --incluido el suyo, el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena)-- o líderes sindicales.
"Pensamos que podemos salir adelante sin endeudar al país", dijo esta mañana el presidente en su conferencia matutina.
De acuerdo a las fuentes cercanas, uno de los bonos que colocaría hoy el gobierno de México vencería en abril de 2025, el otro en abril de 2031 y el tercero en abril de 2051.
Las tres emisiones serán nuevas, en dólares y estarán registradas con la agencia estadounidense Securities and Exchange Commission (SEC).
Infosel, abril. 22.- El gobierno de México podría recabar cinco mil millones de dólares con su plan de colocar tres bonos --a cinco, 12 y 31 años-- en marcados internacionales, un evento que podría confirmar el interés de los inversionistas internacionales en la deuda gubernamental mexicana aun cuando el país atraviesa por una difícil situación por la parálisis económica que han decretado las autoridades de salud a fin de contener la propagación del nuevo coronavirus covid-19.
En gobierno podría así recibir mil millones de dólares con el bono a cinco años, dos mil 500 millones con el de 12 años y también dos mil 500 con el de 31 años, dijeron fuentes cercanas a la transacción que planea cerrar hoy el gobierno de México.
La tasa que pagará el nuevo bono a cinco años sería de 4.125%, la de 12 años sería 5% y la de 31 años 5.5%, agregaron las fuentes, que pidieron no revelas sus nombres.
De concretarse la venta, México confirmaría, como ya han hecho otras economías emergentes, entre ellas Perú y Arabia Saudita, que a pesar de la turbulencia reciente que ha caracterizado a los mercados financieros internacionales por la creciente aversión al riesgo que ha generado la pandemia, hay inversionistas interesados en arriesgar parte de sus portafolios en activos que son menos seguros, pero que ofrecen un mayor rendimiento, como podrían considerarse los bonos globales del gobierno mexicano.
Incluso, la colocación de los bonos del gobierno mexicano podría indicar que el interés por esa deuda perdura aun cuando la calificación crediticia del país ha sufrido una degradada en semanas recientemente por parte de las tres principales agencias calificadoras.
Claro que, a pesar de esos recortes a la calificación soberana del país, México se mantiene en la categoría de grado de inversión.
La venta de los bonos globales también serviría como recordatorio para el presidente Andrés Manuel López Obrador de que el país tiene aún capacidad de atraer recursos internacionales, una condición que él podría utilizar para aliviar la compleja situación por la que atraviesan cientos de miles de empresas en el país ante la suspensión de sus actividades por la pandemia del covid-16.
La suspensión de actividades no esenciales en México está, de hecho, entrando ya a su quinta semana y se mantendrá al menos así por casi seis semanas más, una situación que está forzando a muchas empresas a despedir trabajadores e incluso, en algunos casos extremos, a cerrar sus puertas.
En las últimas dos semanas de marzo y en la primera de abril, el país perdió 350 mil puestos de trabajo de compañías que optaron por reducir o desaparecer su plantilla laboral, ante el cierre de operaciones, o cerca de 1.8% del total de los empleos formales en el país.
Así, diversas organizaciones empresariales han solicitado ayuda del gobierno a través de la postergación del pago de impuestos, de obligaciones patronales y de la transferencia directa de recursos por parte del gobierno a sus trabajadores a fin de preservar los negocios y las fuentes de trabajo.
Sin embargo, hasta ahora, López Obrador se ha rehusado a aceptar las propuestas por temor a quedarse sin recursos para financiar sus programas sociales.
Es aquí donde la colocación de bonos que planea realizar hoy el gobierno podría jugar un papel crucial, ya que demuestra que el país puede endeudarse para brindar esos alivios y seguir financiando sus programas sociales.
Claro que no hay señales de que el mandatario vaya a ceder a las presiones de grupos empresariales, partidos políticos --incluido el suyo, el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena)-- o líderes sindicales.
"Pensamos que podemos salir adelante sin endeudar al país", dijo esta mañana el presidente en su conferencia matutina.
De acuerdo a las fuentes cercanas, uno de los bonos que colocaría hoy el gobierno de México vencería en abril de 2025, el otro en abril de 2031 y el tercero en abril de 2051.
Las tres emisiones serán nuevas, en dólares y estarán registradas con la agencia estadounidense Securities and Exchange Commission (SEC).