(Actualiza con conferencia de prensa de presidente Bolsonaro)
Por Ricardo Brito
BRASILIA, 24 abr (Reuters) - El brasileño Jair Bolsonaro sufrió el golpe más duro que recibe su presidencia hasta el momento, luego de que su popular ministro de Justicia renunció el viernes acusándolo de posible injerencia política, lo que añadió problemas a un gobierno que lucha por enfrentar el brote de coronavirus.
Sergio Moro, quien ganó notoriedad como juez principal de la Operación Lava Jato, dijo que renunció porque Bolsonaro despidió al jefe de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, por razones personales y políticas.
Su repentina salida y las denuncias que hizo tras dejar el cargo significan un duro golpe para Bolsonaro, cuya popularidad ha disminuido debido a su gestión de la pandemia de coronavirus que ha matado a 3.600 brasileños hasta el momento y e incluso muestra señales de empeorar.
Bolsonaro calificó las acusaciones de Moro de "infundadas" y negó haber interferido en las investigaciones. También insistió en que tiene la autoridad para reemplazar a los oficiales de la Policía Federal.
"El nombramiento es mío, la prerrogativa es mía y el día que tenga que someterme a cualquiera de mis subordinados, dejo de ser presidente de la república", dijo Bolsonaro en un discurso flanqueado por la mayor parte de su gabinete en el palacio presidencial.
Las acusaciones de Moro provocaron reacciones en todo el espectro político de Brasil. El expresidente Fernando Henrique Cardoso instó a Bolsonaro a renunciar, mientras que el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, solicitó al Supremo Tribunal Federal que inicie una investigación sobre las denuncias.
Los mercados financieros brasileños cayeron con fuerza tras la noticia. Las acciones bajaron casi un 10%, antes de reducir las pérdidas a un 5,5%, y el real bajó a un mínimo histórico. Los inversores temen que el ministro de Economía, Paulo Guedes, sea el próximo "superministro" en dejar el gabinete.
Moro dijo que el mandatario de ultraderecha teme las investigaciones del máximo tribunal del país, sin dar detalles, y que quería información privilegiada sobre su jefe policial, condiciones que calificó como intolerables.
"El presidente me enfatizó, explícitamente, más de una vez, que quería a alguien que fuera su contacto personal, a quien pudiera llamar, de quien pudiera obtener información, informes de inteligencia", aseguró Moro. "Y realmente no es el trabajo de la Policía Federal dar esa información".
Durante los comentarios televisados de Moro y el presidente, se produjeron protestas en todo Brasil, con personas golpeando ollas y sartenes desde sus departamentos y gritando "¡Fuera Bolsonaro!".
PERDIENDO ALIADOS
La salida de Moro puede alienar a los votantes que respaldaron a Bolsonaro en 2018 por su campaña anticorrupción, lo que dejaría al presidente dependiendo solo de activistas sociales conservadores, un puñado de legisladores y su círculo militar.
"La salida del ministro Sergio Moro muestra que el gobierno de Bolsonaro se alejó del deseo popular de combatir la corrupción. Es la derrota de la ética", dijo el partido centrista Podemos en un comunicado.
La crisis se produce una semana después de que Bolsonaro destituyó al popular ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien se había enfrentado con el presidente sobre cómo combatir el brote de coronavirus.
Brasil ha registrado 357 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, dijo el viernes el Ministerio de Salud, llevando el número de fallecido a al menos 3.670. Los casos confirmados, en tanto, aumentaron a casi 53.000.
<^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ Bolsonaro despide al jefe de la policía federal en medio de disputa política
(Reporte adicional de Maria Carolina Marcello y Lisandra Paraguassu en Brasilia y Eduardo Simoes en Sao Paulo, Escrito por Gabriel Stargardter, Editado en Español por Rodrigo Charme)