Geoff Smith
Investing.com - Una alianza automovilística global no puede llevarse a cabo con éxito por burócratas y políticos franceses.
Éste parece ser el mensaje que Fiat Chrysler (NYSE:FCAU) ha enviado con la súbita retirada de su oferta de fusión con Groupe Renault (PA:RENA).
"Ha quedado claro que Francia ya no reúne las condiciones políticas para que esta combinación tenga éxito", dijo FCA dijo en un ácido comunicado de prensa, después de que los representantes del Gobierno francés de la junta directiva de Renault pidieran un aplazamiento de la votación para aceptar los términos de la fusión.
Los delegados del Gobierno y un representante sindical francés fueron los únicos miembros de la junta que se opusieron al acuerdo, según el Financial Times. El ministro de Hacienda, Bruno Le Maire, ya había traspasado los límites buscando más garantías para mantener dentro de Francia toda la futura actividad de la empresa que fuera posible, a pesar de indicar inicialmente su aprobación del acuerdo.
El Wall Street Journal afirma que varias personas cercanas a la empresa italoestadounidense pretenden cambiar "las reglas del juego" y tener la última palabra en todo.
El fracaso de las conversaciones no le hace bien a nadie, pero la peor parada ha sido Renault, que desciende un 7,0% a las 10:30. Horas (CET) mientras que FCA sube un 0,6%.
El índice de referencia Euro Stoxx 600, mientras tanto, sube un 0,6% hasta 376,30 ante las crecientes muestras de apoyo a los mercados por parte de los bancos centrales (el de La India ha recortado los tipos de interés este jueves, mientras que muchos esperan que el BCE relaje más su postura en el transcurso de esta jornada). El CAC 40 sube un 0,7% y el FTSE MIB un 1,0%.
FCA no sólo ha expresado públicamente estar atrapada en un túnel del tiempo dirigista y nacionalista, sino que lo ha hecho después de que la directiva de Renault ofendiera al que había sido su compañero de alianza durante muchísimo tiempo, Nissan (T:7201), al no hablarle de sus conversaciones con FCA. (Las quejas de Nissan sobre el abuso de confianza se recibirán con sonrisa irónica en Francia tras el trato recibido en Japón por Carlos Ghosn los últimos meses).
Le Maire dijo a la BFMTV el miércoles que merece la pena tomarse un tiempo para hacer las cosas bien. Está previsto que viaje a Japón para la reunión del G20 este fin de semana y sin duda tendrá la oportunidad de presionar sobre la cuestión de la oferta de fusión de Renault a Nissan que los japoneses rechazaron.
La secuencia lo es todo: una combinación formal de empresas francesas y japoneses les daría la voz cantante en cualquier conversación posterior con FCA. Por el contrario, Nissan habría perdido poder de negociación con su socio europeo si la fusión FCA-Renault hubiera seguido adelante.
Una cosa es segura: la lógica estratégica de combinarse no ha desaparecido, pues los costes de la transición hacia el futuro de los vehículos eléctricos y autónomos no están disminuyendo precisamente (testigo de ello es el anuncio de BMW (DE:BMWG) de ayer sobre su cooperación con Jaguar Land Rover para la fabricación de motores y propulsores eléctricos).
Las conversaciones seguramente se reanudarán de una u otra forma. El problema para ambas empresas es cómo pueden consolidar mientras tanto sus posiciones en un mercado global que se tambalea.