Geoffrey Smith
Investing.com – Puede que el final del Brexit esté proyectando una sombra cada vez mayor sobre los activos del Reino Unido, pero no las está sumiendo enteramente en la oscuridad
El Reino Unido parece a punto de elegir un nuevo primer ministro comprometido con sacar al país de la UE sin disposiciones transitorias para garantizar una buena situación comercial el 31 de octubre, de manera que la libra se está marchitando. Sin embargo, las acciones del Reino Unido —ya “bajo la propiedad” de los inversores institucionales internacionales, parecen verse menos afectadas.
La libra registra nuevos mínimos frente al euro en lo que va de año en 1,1149 este martes, algo que gana relevancia a causa de la creciente especulación en torno a que los tipos de interés del Banco Central Europeo se adentrarán aún más en territorio negativo antes de la llegada del verano. Por el contrario, ni siquiera las agresivas declaraciones de los responsables de política monetaria sobre que las condiciones del mercado laboral están mejorando parecen poder dar credibilidad al sesgo de ajustes del Banco de Inglaterra.
El mercado de valores del Reino Unido ha ofrecido la segunda peor actuación de entre todas las principales bolsas europeas este año, quedando sólo por detrás el IBEX de España. El índice FTSE All-Share Index sube sólo un 9,3%, mientras que el Euro Stoxx 50, que sólo cubre acciones de la zona euro, avanza un 12,8% (tanto los mercados europeos como el del Reino Unido van a la deriva este martes, antes de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal que da comienzo en el transcurso de esta jornada).
Y sin embargo, las actuaciones destacadas de entre las acciones individuales tienen poco que ver con el desarrollo del drama europeo. Dos de las tres mejores actuaciones en el índice son las del minorista de ropa Next (LON:NXT) —una empresa británica especializada en el gasto de los consumidores que ha mostrado claros signos de debilitamiento pues la incertidumbre en torno al Brexit ha ralentizado la economía— y London Stock ExchangeGroup (LON:LSE), que bien podría perder grandes cantidades de algunos de sus negocios principales en caso de un Brexit "duro". El mayor reto para Next ha sido la transición hacia un distribuidor omnichannel, mientras que LSE se ha beneficiado de escapar a una fusión con Deutsche Boerse (DE:DB1Gn) de Alemania, que le habría traído infinitas distracciones políticas y reguladoras.
En el otro extremo del espectro, la empresa pública Centrica (LON:CNA) difícilmente puede culpar al Brexit de su caída del 35% de este año y el prestamista sub-prime Provident Financial (LON:PFG) ha caído un 25% en gran parte debido a un acuerdo de fusión fallido y a una poco rigurosa atención del regulador.
Tampoco es el Brexit el único riesgo que hay: las empresas de servicios públicos se han visto zarandeadas por la perspectiva de que un Gobierno Laborista de extrema izquierda se alce con el poder si el apoyo de los conservadores salta por los aires en las próximas elecciones, mientras que los grupos de recursos naturales que llevan sosteniendo el FTSE 100 la mayor parte de los últimos tres años se encuentran ahora bajo la presión de la guerra comercial de Estados Unidos y China, que está maltratando los mercados de materias primas.
También es posible argumentar que los problemas del operador turístico Tui (LON:TUIT) y de International Airlines Group (LON:ICAG) —dos de los grandes perdedores de este año— se han debido a problemas mayores como el exceso de capacidad (aunque se puede argumentar que la incertidumbre en torno al Brexit ha contribuido al debilitamiento de la demanda europea de vuelos de corto recorrido en particular).
La moraleja parece ser que, aunque la palabra con B requiere una mayor prima de riesgo para el mercado en general, todavía hay un montón de cabida a actuaciones diferentes entre la clase de activos menos querida del mundo.